Hacia una productividad pública más sostenible
El otro día, mientras desayunada, escuchaba en la radio que la productividad del Perú descendió en un 9.5% en el 2023, comparada con el escenario pre-pandemia. Quise indagar al respecto y conocer qué variables consideraba esta métrica, esto porque, mi abuelo, a sus 89 años, sigue trabajando 8 horas al día… entenderán por qué me era difícil asimilar que un hombre de esta edad estaba siendo poco productivo. En corto, la métrica la proporciona el Instituto Peruano de Economía, y es el resultado de dividir el PBI entre el número de trabajadores formales en el país. El 9.5% es equivalente a una reducción aproximada en la producción por empleado de S/.3000, y es el promedio de las 24 regiones, lo cual indica que no todas estas ciudades presentan la misma productividad, y que, Perú, al ser un país minero, tiene regiones que reciben niveles elevados de inversión minera, y que, por tanto, generan indicadores de productividad más elevados y con esto una gran dispersión en los resultados.
Si bien la pandemia desaceleró la economía, golpeando a este y otros indicadores, el resultado también se vio impactado por diferentes factores relacionados con el capital humano, tales como: salud, educación, infraestructura, formalidad, etc. Un sistema eficiente de salud pública, por ejemplo, puede sostener un plan de vacunación y esquema de aplicación eficiente para los ciudadanos, o controlar y reducir tasas de anemia en niños… factores que, a largo plazo, contribuyen a la productividad del país. El contar con un sistema educativo apto, permite salvaguardar la calidad y eficiencia futura de las actividades productivas en el país. De otro lado, la infraestructura nacional, aborda diferentes aristas; por ejemplo, si hablamos de conectividad, probablemente las ciudades menos productivas serán aquellas ubicadas en la sierra central o sur del país, lugares donde las redes de transporte y comunicación son más un beneficio que un derecho. Así también, un adecuado sistema de saneamiento resguarda la calidad de vida del ciudadano, especialmente cuando se deben abordar retos en la salud. La informalidad también juega un rol importante en la productividad, porque esta métrica sólo considera al sector formal, y en Perú los trabajadores informales sostienen prácticamente el 20% de la economía. Todos estos factores, podrían presentar mejoras sólo si las reformas estructurales, ya evaluadas y planteadas, se llegan a ejecutar, un trabajo de largo aliento que requiere de la cooperación entre legislativo y ejecutivo.
Ahora la métrica me hace sentido, sin embargo, creo que la productividad es más que el PBI y el número de empleados formales. Deloitte, en su último reporte global de capital humano 2024, sostiene que las organizaciones enfrentan el reto de cambiar la forma en la que se mide la productividad a una visión más humana enfocada en el desempeño del trabajador. Si pensamos en el impacto que el desempeño tiene sobre la productividad, este es directo, es decir, todos los factores previamente mencionados impactan al desempeño del empleado, por lo que esta propuesta es una opción bastante realista y cercana. Adicionalmente, Deloitte brinda algunos lineamientos o recomendaciones con relación a las métricas que deberían ser consideradas a nivel organizacional (satisfacción del cliente, eficiencia, crecimiento, rentabilidad, etc.) y a nivel de capital humano (empleabilidad, equidad salarial, inclusión, felicidad, seguridad psicológica, etc.), esto con el objetivo de contar con actividades económicas más sostenibles. Mientras los indicadores organizacionales permiten tener una percepción más clara sobre cuáles son los beneficios económicos y resultados esperados, los indicadores de capital humano nos brindan una mejor visibilidad del impacto que las organizaciones tienen a nivel de sostenibilidad social y permite definir de forma más clara cómo generar valor para el individuo (componente humano).
Si bien este cambio de perspectiva representa un gran salto, especialmente cuando hablamos del sector público, este nuevo enfoque ha ido tomando relevancia en diferentes países. Un claro ejemplo es el Estado de California en Estados Unidos, quienes durante el último año han tratado de incluir al “Índice de la felicidad” como un eje relevante en el desarrollo de sus políticas; esta iniciativa promovió la creación del Comité de la Felicidad, celebrando su primera audiencia pública esta semana (Mar-24). El concepto que mueve esta iniciativa está basado en una lógica aparentemente sencilla: Si todos los ciudadanos están vestidos, tienen un hogar, tiene un trabajo, pero aún con ello son miserables, entonces el gobierno falló en su único objetivo: "…brindar a todas las personas bajo su jurisdicción la mejor vida posible" (Por Frances Perkins). Buthan en Asia del Sur, tiene una iniciativa similar, prioriza la felicidad como objetivo en la política pública, y la miden a través de un índice denominado: Índice Nacional Bruto de la Felicidad (Gross National Happiness Index). Los ejemplos son pocos, pero suficientes para demostrar el cambio de perspectiva.
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Aunque este tema es muy amplio y amerita de una investigación más profunda —especialmente cuando hablamos del sector público—, me gustaría cerrar este artículo con tres ideas básicas: (1) Si bien, el gobierno no puede hacer a todos los ciudadanos felices, tiene el poder para crear las condiciones adecuadas que permitan a las personas perseguir la felicidad. (2) Acotar los indicadores de productividad a términos operativos, eliminando el componente humano, reduce la precisión en los resultados. (3) Es importante que, al definir las variables de cálculo, se consideren también factores propios de un país en vías de desarrollo, como la informalidad, para el caso peruano. Si bien, el considerar estas variables (puntos 2 y 3) no nos aseguran una mayor productividad, nos permitirán ser más exactos y generar políticas públicas más acotadas a las necesidades de nuestros países.
MAYD
HR Specialists | Bilingual Recruiter | Talent Attraction | Orientatore Politiche Attive del Lavoro | Inclusion, Equity & Diversity
7 mesesGracias María por compartir esta información! Es importante saber sobre la economía de nuestro país.