No hay Navidad sin Jesús
Inicia el mes de diciembre y con él, todas las costumbres y tradiciones navideñas, la mayoría se inclinan hacia esa prácticamente obligación de consumir, lo cual termina generando en muchas familias mas que un motivo de alegría, una situación de estrés que puede traer consecuencias negativas en la salud mental y emocional de las personas, sobre todo en estos tiempos que como resultado de la pandemia la economía de muchas personas se ha visto gravemente golpeada, en la que han pasado los últimos dos años en condición de desempleo.
Muchos están preocupados por la ropa que hay que estrenar, tener una mesa repleta de comida, asegurar las bebidas alcohólicas para emborracharse, llenar la base del árbol de navidad de regalos materiales para toda la familia en especial los pequeños de la casa que actualmente solo piden costosos dispositivos tecnológicos y embutir hasta el último rincón de la casa con adornos y luces de ultima tendencia, para cumplir con estas exigencias sociales y por supuesto lucirlas en las redes sociales para sentir que vales, las personas son capaces hasta de endeudarse con sumas absurdas de dinero, por un rato de falsa felicidad, porque cuando se finaliza el mes de diciembre que pasa bastante rápido por cierto, ya te ves encima el de enero que también te batalla con carnaval y en muchos casos matriculas, pensión y lista de útiles escolares.
Sorprendentemente en el mes de diciembre hasta los lugares prestadores de servicios de salud están más vacíos a comparación del resto del año, al parecer el temido virus pasa a un segundo plano, porque en la multitud de los centros comerciales es imposible el distanciamiento para evitar que otro se adelante a cogerte el artículo en “oferta”, pero finalizan las vacaciones y a todos les vuelven todos los males tanto físicos como mentales.
No importa en que condición económica te encuentres en este momento, esta época del año es la oportunidad perfecta para poner a funcionar el corazón, el alma y el espíritu, si tienes la bendición de estar gozando de la abundancia, te invito a compartir con los mas necesitados, da gracias a Dios que estas en el lugar del que puede dar y no del que tiene que pedir; pero si tu situación es que estas atravesando por una crisis, entonces es la oportunidad de volver a ti, de dar valor a lo verdaderamente importante, en este caso a dar gracias por lo que tienes, aunque lo que tengas sea la vida, acercarse a los seres amados, a darle un espacio a la reflexion y a entender en realidad cual es el sentido de la Navidad y su historia, la cual te invito a conocer en el libro de la Biblia, en el evangelio de San Lucas, son 24 capítulos, uno para leer cada día para labrar el camino hasta el nacimiento del hermoso niño, nada de eso es casualidad, vas a descubrir que los protagonistas de la historia de la salvación del mundo vivieron en las condiciones mas humildes, pero rodeados de Amor, Fe, Confianza y Esperanza en el Salvador, el Mesías, el Rey de Reyes, el cual gracias a su fidelidad, no dejo ninguna promesa sin cumplir.
La mejor forma de entender cómo funciona la dinámica de la vida es volver a los inicios, no te distraigas, todo pasa, pero El y su palabra permanecen, puedes comprar, gastar, hartarte, emborracharte y endeudarte para tomar esta temporada del año para justificar tus debilidades, enfermedades y adicciones, pero hagas lo que hagas, No hay Navidad sin Jesús.
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Jenniffer Rueda Martínez
Psicóloga