Hidrógeno ¿la solución a la contaminación del aire de la CDMX?

Los ecosistemas urbanos son elementos creados de forma artificial por el ser humano, los cuales se caracterizan por contar con un dinamismo social y económico, un uso intensivo de los medios de transporte, mayor demanda de servicios y una gran generación de residuos. Este tipo de ecosistemas han resultado complejos de gestionar, debido a su crecimiento exponencial que excede los límites de equilibrio y funcionamiento.

La Ciudad de México (CDMX), está clasificada como una de las áreas urbanas más grandes del mundo y es conocida por la gran contaminación del aire que padece. Al momento de redactar este artículo, el índice AirNow de la calidad del aire (AQI) de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, clasificó el aire de la Ciudad de México con un nivel "insalubre".

La contaminación del aire de la CDMX se debe principalmente al uso excesivo del parque vehicular, el transporte público y el transporte de carga, así como a los semáforos, topes, congestionamientos, y todo aquello que hace que el tránsito interrumpa su marcha. Según detalla Mariana León en un artículo del Financiero, hoy en día, el transporte público y de carga es el responsable del 80% de las emisiones contaminantes del país, ya que aún utiliza tecnología que está catalogada como obsoleta y no existen las regulaciones suficientes para controlar sus emisiones.

La contaminación del aire representa un problema muy grave para la CDMX, ya que, de acuerdo al Instituto de Estudios Ambientales (IVM), ocasiona efectos altamente negativos en la salud humana, tales como: irritación ocular, enfermedades respiratorias, efectos cardiovasculares y muerte prematura. Adicionalmente, los niveles altos de contaminación pueden afectar la actividad económica del país, ya que el Programa de Contingencias Ambientales (PCA) de la CDMX limita las actividades de industrias manufactureras, servicios públicos y tránsito vehicular.

Como mencionado anteriormente, los niveles actuales de contaminación del aire de la CDMX exceden los estándares permitidos y el tránsito vehicular es la principal fuente de estos altos niveles de contaminación. Definitivamente, estas condiciones deben de mejorar para poder asegurar el bienestar social en un futuro y el desarrollo económico del país. Es por esto, que la implementación de nuevas tecnologías y políticas enfocadas a la reducción de emisiones contaminantes, son altamente necesarias en el sector de transporte de la ciudad, así como en otras fuentes de contaminación relevantes. Asimismo, es necesario identificar tanto acciones de corto como de mediano y largo plazo. 

Dentro de las nuevas tecnologías disponibles para enfrentar esta condición atmosférica, existe el uso de combustibles alternativos a la gasolina y el diésel, y la introducción de plantas de generación de energía limpia. Uno de los nuevos combustibles alternativos es el hidrógeno, el cual es catalogado como un combustible de alta eficiencia energética y de cero emisiones contaminantes durante su uso. La introducción del hidrógeno en el sector de transporte de la Ciudad de México, es una tecnología indispensable para poder cubrir eficientemente las necesidades de la demanda urbana de movilidad, así como para la transportación de carga y el recorrido de largas distancias. Sin embargo, la utilización de este se ve a largo plazo, debido a sus altos costos de extracción, producción e infraestructura para su transportación. 

Por otro lado, la utilización de transporte electrificado y la introducción de proyectos de energía limpia, tales como granjas solares y parques eólicos, son tecnologías que pueden ser implementadas en el mediano y largo plazo, y representarían un gran beneficio ambiental en la ciudad. 

Finalmente, como menciona Rodolfo Sosa Echeverría, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), las acciones a corto plazo que se deben de implementar para poder cumplir los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, son: contar con un transporte público de calidad con rutas y horarios específicos, atacar la corrupción en la entrega de calcomanías para vehículos privados y sobre todo, fomentar el cuidado ambiental para lo cual es necesario comenzar desde la cotidianidad.