HIPOPRESIVOS Low Pressure Fitness Y POSTURA
Los hipopresivos pueden ser una sencilla técnica o un compuesto de ellas y en el caso de Low Pressure Fitness (LPF) es una suma de técnicas como la hipopresiva, depresiva, miofascial, neurodinámica, técnicas respiratorias y posturales, que junto a la neuroeducación componen el sistema de entrenamiento denominado LPF que la Dra. Tamara Rial desarrolló y sigue evolucionando en función de las investigaciones más actuales.
La técnica hipopresiva es la que proporciona una disminución de presión menor de 10 mm de Hg que es medible en el recto. En ejercicios de LPF, como el de la fotografía, hemos comprobado disminuciones de presión de -50 mm Hg, con unas tracciones viscerales importantes en esta zona pélvica que proporcionan mejoras en tránsito intestinal, fascias y órganos endo-pélvicos.
Las técnicas depresivas reducen la presión aunque no desciende por debajo de 10 mm de Hg. Uno de sus objetivos es recuperar y mantener la correcta sinergia respiratoria. Procuran que la musculatura inspiratoria y espiratoria actúe convenientemente. Reeducan evitando que en la inspiración el abdomen protuya ostentosamente, que en la exhalación la faja abdominal se ciña, no que se abombe y que el elevador del ano, principal músculo del suelo pélvico, se eleve al exhalar pues es un músculo espiratorio.
LPF es de los únicos sistemas de entrenamiento que cuidan del sistema nervioso periférico con la neurodinámica. Las diferentes posiciones, que se realizan en una sesión de LPF, tanto de las extremidades superiores como inferiores, están pensadas para proporcionar un suave deslizamiento de los nervios por las estructuras que los albergan. Este deslizamiento, descongestiona, evita el atrapamiento de los mismos (síndrome del túnel carpiano, atrapamiento del nervio pudendo, ciatalgia, lumbalgia, ...)
El entrenamiento postural que supone la práctica del sistema hipopresivo LPF implica el conocimiento y la interacción con el sistema miofascial. El conocimiento y la puesta en tensión de las cadenas miofasciales y su mantenimiento en diferentes posturas o movimientos es clave para ello.
Una de las acciones miofasciales que se tienen en cuenta es la importancia de la dorsiflexión plantar para evitar fascitis en esta zona y lograr estiramientos globales. Seung-Chul Chon et al. (2010), en su publicación confirma el interés que esta acción tiene en el transverso abdominal. Hay una mayor activación del transverso con sólo tener en cuenta esta dorsiflexión plantar. En el entrenamiento de LPF lo tenemos muy en cuenta como observamos en la fotografía.
Las pautas posturales de LPF tienen muy en cuenta las relaciones miofasciales como la del cuádriceps-recto abdominal, la zona de influencia de la fascia superficial que apunta Myers, T. (2010) y el estímulo que representa para la erección vertebral la activación de los cuádriceps que menciona Champignion, F. (2001) en el Método G.D.S. Como ilustra la fotografía y dibujo del libro de Myers, la activación abdominal que proporciona la semi-flexión de rodillas y el interés que tiene para la musculatura erectora espinal, la hacen una de las pautas posturales de LPF.
Una de las principales pautas posturales de LPF es la que se conoce como estiramiento axial, el crecer. Esta acción pone en cierta tensión la cadena maestra posterior cuya función postural es la extensión vertical corporal (Myers, T. 2010). Su vinculación con la fascia tóraco-lumbar, en la que se inserta el transverso, hace que esta acción de estiramiento axial proporcione una activación del mismo.
El entrenamiento postural que supone LPF tiene también en consideración contrarrestar efectos perjudiciales de la antepulsión de la cabeza a la que nos sometemos por el uso excesivo de los teléfonos móviles como apunta Fernández-Guerrero, I. (2014) en su publicación WhatsAppitis. Una de las pautas posturales de LPF es precisamente la denominada elongación cervical que evita esta problemática. Conviene no confundirla con la pauta que se usa en algunas escuelas hipopresivas denominada doble mentón. Esta acción, en muchas personas, supone una rectificación cervical nada conveniente para un entrenamiento postural.
Con la pauta postural de activación de la musculatura de la cintura escapular, LPF tiene muy en cuenta la línea espiral que envuelve el cuerpo en una doble hélice y que ayuda a mantener el equilibrio en todos los planos (Myers, T. 2010). Como se observa en el dibujo de su libro, la activación de la musculatura de la cintura escapular, especialmente serratos, redondos y gran dorsal, activan la musculatura de los oblicuos y esta acción es aprovechada en LPF.
La inclinación del eje corporal es otra pauta postural que proporciona tensión en la cadena maestra posterior y ésta, de nuevo, a la fascia tóraco-lumbar y al transverso. Es la última parte postural de LPF. La bipedestación supuso una mayor solicitación de la musculatura posterior, que por la gravedad, edad, postura, inactividad,… va perdiendo su capacidad de mantener la postura óptima en bipedestación. Esta mala postura, provoca que el abdomen y periné tengan que sufrir un aumento continuado de la presión intraabdominal con sus correspondientes riesgos.
Otra acción postural que se introduce, en personas ya avanzadas en la práctica de LPF, es la flexión cráneo-cervical. La pubicación de Gil., J. and cols. (2016) indica la influencia de la posición craneo-cervical en la actividad abdominal. Se comprueba como el transverso y el oblicuo interno del abdomen mostraron un incremento de la actividad muscular durante la flexión cráneo-cervical en comparación con la extensión y la posición neutra. Esta acción debe ir paralelamente a la de estiramiento axial, es imprescindible evitar perder la tensión longitudinal al iniciar y proseguir con la flexión cráneo-cervical.
Las investigaciones que apuntan mejoras posturales con la práctica de hipopresivos parten de problemas posturales concretos. Una de las primeras es la que llevó a cabo Fernández-Domínguez, J.C. y cols. (2006). En ella se observaron disminuciones de las lordosis, cifósis y escoliosis además de mejoras en la movilidad y disminución del dolor.
En un estudio preliminar para el tratamiento de la escoliosis idiopática, Fernández-Domínguez, J.C. y cols. (2011) apunta tendencia a la estabilización en inclinación lateral, rotación vertebral y en la evolución de la gibosidad.
En 2016 un estudio con 29 niñas y niños, con escoliosis idiopática y una media de 14 años, se compararon la técnica global de hipopresivos con la técnica analítica de Schroth y hubo grandes mejoras en ambas, sin diferencias significativas. Conviene tener en cuenta las mejoras que puede aportar una técnica globalista frente a una analítica.
Bellido-Fernámdez et al. (2018), equipo de investigadores de la Universidad de Sevilla, han publicado un estudio piloto sobre la efectividad del masaje terapéutico y el ejercicio hipopresivo en el dolor lumbar crónico. Los resultados apuntan que el grupo combinado (masaje + hipopresivos) fue el que mejores resultados obtuvo, sobre todo en la discapacidad funcional respecto al grupo de masaje. Los resultados del estudio confirman que tanto un programa aislado de hipopresivos como combinado con masaje terapéutico reducen los niveles de dolor lumbar y flexibilidad de la espalda baja. El grupo de “masaje terapéutico” recibió una combinación de masaje estructural combinado con terapia miofascial. El grupo de hipopresivos realizó una serie de las seis posturas básicas repetidas tres veces (Venus, Atenea, Aura, Gaia, Hestia y Deméter del Nivel 1 del programa de entrenamiento LPF mientras que el grupo combinado de masaje terapéutico + hipopresivos realizó cuatro intervenciones de masaje y 4 ejercicios hipopresivos. Los resultados de este estudio sirven para aumentar el cuerpo de conocimiento de programas que emplean la técnica hipopresiva como ejercicio terapéutico y abren una nueva línea sobre su posible aplicación en la prevención de problemas tan prevalentes como el dolor lumbar crónico.
Las disminuciones del perímetro de la cintura, en sólo dos meses de practicar dos días a la semana veinte minutos de LPF son muy evidentes y se observan en este vídeo.
La diástasis es también un problema postural, siguiendo las indicaciones que apuntan Lee D & Hodges P (2016) y los conocimientos sobre la mayor producción y regeneración de la matriz de colágeno a través me incrementar las tensiones fasciales, la parte postural de LPF mantiene estas tensiones y la parte respiratoria las incrementa en diferentes direcciones. Esta puede ser una de las causas del rápido cierre de las diástasis que se observa en clínica con la práctica de LPF y que apuntan investigaciones como la de Mauricio, A. e cols. (2017) y Ramos-Gómez, F y cols. (2015). Son necesarias más investigaciones que corroboren lo que se observa en clínica y que podemos ver en estas imágenes de una mujer con diástasis evidente y el resultado después de la práctica de LPF.
Piti Pinsach - Miembro de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad. DEA Morfología Médica por la Facultad Medicina Santiago de Compostela. Co-Fundador de Low Pressure Fitness. Miembro de la Sociedad Española de Medicina del Deporte. Ponente Internacional Ejercicio Físico y Salud. Ldo. Ciencias Actividad Física y Deporte
piti.pinsach@gmail.com 0034 609368176
Director y Propietario de REHABITACCION
2 añosHola Piti Pinsach es importante considerar las indicaciones que nos recomiendas, en mi experiencia como fisioterapeuta e investigador autodidacta, he considerado que llegar a la practica de LPF se puede facilita su intervención si incluimos técnicas de relajación, previas a LFP, un ejemplo serian las dinámicas de Jacobson de manera activa y un poco de FNP me ha resultado muy satisfactorio incluirlas previo a GAH y AD y no se diga en TTT. Son técnicas que usan las cadenas musculares en toda su extensión. Solo recordando que gran parte de las patologías abdomino-pélvicas están acompañadas de un cuadro de tensión, físico y emocional, gracias por confirmar lo que ya tenia en mente solo que si dos personas coinciden es que no ando tan mal.