Historia de un interesante gestión inmobiliaria.
Febrero de 2023.
Revisando anuncios de propiedades en varios portales de anuncios de particulares, detecto una casa en Barcelona. Aunque la presentación y el texto del anuncio no resaltaban la singularidad de la propiedad, el simple hecho de tratarse de una casa en Barcelona despertó mi interés. Contacté con el anunciante, pero rechazaron mi colaboración con el argumento de querer probar primero por su cuenta.
Como de costumbre, agendé llamar unas semanas después para actualizar la situación de la venta e insistir en ofrecer nuevamente mis servicios.
Abril de 2023.
Recibo llamado de unos de los propietarios, preguntándome si seguía interesado en visitar la propiedad. Esta primera visita marcaría el inicio de esta interesante gestión inmobiliaria.
Los propietarios me mostraron una preciosa casa con un patio delantero y una fachada catalogada, situada en una de las mejores calles para residir en Barcelona. Sin embargo, la casa necesitaba una reforma integral, y su estrategia de venta era encontrar una familia local dispuesta a asumir tanto la compra como la renovación, lo que implicaba un presupuesto total considerable.
Sin embargo, la propiedad físicamente constaba en realidad de dos viviendas, distribuidas en planta baja, planta primera y buhardilla, con un amplio jardín posterior que no estaba dividido y ofrecía enormes posibilidades, incluso, la opción de instalar una piscina era factible.
Los propietarios compartieron conmigo su frustración al no haber recibido contactos durante meses, ni siquiera de agencias inmobiliarias, resultado en parte debido a la presentación poco atractiva de la propiedad en los portales inmobiliarios.
A la vista de la situación, planteo a los propietarios que antes de dar una valoración de mercado real y la forma de encarar la gestión de venta, necesito realizar unas consultas. Pero salgo de la casa, visualizando la venta y al precio que los propietarios esperan.
Con la información registral que ya poseía, acudí a mi Notaria, Jaime Calvo Francia, le presenté el caso a Silvia (mi oficial de confianza en la notaría) y le planteé la siguiente situación:
Mi idea era llevar a cabo una ampliación de obra y una división horizontal de la propiedad, para trasladar la realidad física a la realidad registral, lo que nos permitiría ofrecer las dos viviendas por separado a potenciales compradores. Silvia consideró esta opción viable, siempre y cuando se presentara una serie de documentos elaborados por un arquitecto y se consultara previamente al registro.
Con toda esta información, me reuní nuevamente con los propietarios para exponerles las posibles estrategias de venta:
1. Encontrar un único comprador con un presupuesto generoso dispuesto a realizar una reforma integral, lo cual sería difícil por coste y tiempo, sin una reducción considerable en el precio de venta.
2. Encontrar dos compradores que entendieran el potencial del producto final y estuvieran dispuestos a invertir en la compra y reforma, defendiendo así el precio esperado por los propietarios.
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Propuse que la gestión de la venta se orientara hacia ambas posibilidades.
Aunque los propietarios mostraron cierta incredulidad ante la idea de la división, unos días después me confirman la gestión de venta en exclusiva bajo dos condiciones
- Solo procederían a la venta dividida si realmente se confirmaban dos compradores
- Encargo de preparar toda la documentación necesaria por si surgían estos dos compradores dispuestos a pagar el precio esperado. En este supuesto se pacta que los costes de la ampliación de obra y división horizontal serían a cargo de los vendedores.
Y me embarqué en la tarea de promoción. Fotografías profesionales, planos del estado actual de la propiedad realizados por un arquitecto y propuesta de diseño de las dos viviendas adosadas resultantes de la división. Un buen anuncio de la propiedad en los portales, ahora con las dos opciones de venta que generó una muy buena aceptación. Hubo numerosas visitas: parejas del barrio calculando el costo de la renovación, familias considerando la compra conjunta, y solo un par de clientes extranjeros interesados en la compra única y la renovación total.
Al mismo tiempo, con la documentación solicitada por Silvia, regresé a la notaría. Con su colaboración, preparamos el borrador de la ampliación y división horizontal y lo presentamos al Registro de la Propiedad correspondiente, para su validación.
Tres semanas de espera y con algunas modificaciones menores, la división fue aprobada.
Después de muchas visitas, finalmente apareció la primera pareja compradora, seguida rápidamente por una segunda reserva. Dos reservas que cumplían con los objetivos de precio establecidos por los propietarios. Ambas, comprendían el valor de la propiedad y confiaban en que todos los trámites se llevarían a cabo sin contratiempos.
El resto del proceso transcurrió sin problemas, aunque no exento de cierto nerviosismo. Realizamos las escrituras preparadas previamente, las presentamos al registro y esperamos la inscripción definitiva.
Finalmente, los trámites hipotecarios se completaron y las dos ventas se formalizaron.
Estoy seguro de que las nuevas familias propietarias disfrutarán de sus respectivos hogares con jardín, piscina o jacuzzi, huerto y zona de barbacoa.
Si bien el desafío fue considerable, la alegría de conseguirlo ha sido mayor.
A veces, ser agente inmobiliario implica mucho más que simplemente vender propiedades; implica asumir roles de arquitecto, notario y registrador, y siempre, acompañar en una de las experiencias más significativas en la vida de las personas: la adquisición de un hogar.
Chasseur Immobilier | Property Hunter | Personal Shopper Inmobiliario
9 mesesQué gran ejemplo Álex!
Fundador y director de 080 Real Estate | Ventas y gestión de alquileres | Inversión inmobiliaria
9 mesesEse el valor añadido que ofrecemos, aunque desde fuera crean que solo abres la puerta
Notario
9 mesesUn placer trabajar contigo Àlex Travé