Hombre por herencia, caballero por tradición
No tengo el derecho de llamarme alguien que sabe. Soy, y sigo siendo, un buscador. Pero ya no busco respuestas en las estrellas ni en los libros; he comenzado a escuchar las lecciones que laten con fuerza en mi propio ser, en el ritmo de mi pulso.
Me considero una persona tolerante y empática, pero mi tolerancia tiene un límite claro: la injusticia. No hay circunstancia ni contexto que me haga aceptarla, y nunca justificar lo que es injustificable. Desde niño, mi madre me enseñó que "la pelea que se gana es la que se evita", y esas palabras son una brújula moral en mi camino.
Sin embargo, los años han afinado mi conciencia y mi sentido del deber. Hoy reconozco que hay momentos en los que callar no es una opción, que alzar la voz es necesario cuando las actitudes incorrectas pretenden imponerse. Soy quien soy, sin justificaciones, y tengo claro que mi propósito no es complacer, sino ser fiel a mis principios.
Hombre por herencia, caballero por tradición, y como tal, mis actos y palabras reflejarán siempre un compromiso con la integridad y el respeto.
Elijo no rodearme de quienes no desean ser mejores, de quienes se conforman con la mediocridad o justifican la falta de valores. Cada día es una oportunidad para crecer, para evolucionar, para acercarnos a la mejor versión de nosotros mismos. Y quienes no entienden eso, simplemente no tienen cabida en mi vida.
@yosoytellyjoel