Querido Niño Dios

Querido Niño Dios

Llegó diciembre... Y con él, se despliega el lienzo donde los sueños se renuevan, los anhelos toman forma y las metas, antes difusas, se vislumbran con claridad. 2024 llega a su fin, un año que marcó un punto de inflexión, un antes y un después en la forma de ver y abrazar la vida.

Fue un período cargado de aprendizajes, donde los tropiezos profesionales se convirtieron en pilares de crecimiento. Un año que, a nivel personal, trajo consigo algo poderoso: la sabiduría de la edad media, esa etapa donde el eco de nuestras vivencias se transforma en guía. No es una sabiduría que impone; más bien, susurra cómo enfrentar lo incierto, cómo navegar en las aguas del día a día con serenidad y fortaleza. Es una brújula que no se ve, pero que cada vez se siente más presente, más mía.

Es curioso cómo la vida, con sus giros inesperados, moldea el carácter, nos lleva a soltar las máscaras, a abrazar la autenticidad, y a escuchar ese eco que nos invita a ser fieles a quienes somos en esencia.

Para: Niño Dios De: Telly Joel

Querido Niño Dios,

Hoy, primero de diciembre, al acercarse mi cumpleaños, siento la luz de tu presencia envolviendo mi vida, como una suave caricia que me invita a reflexionar sobre todo lo vivido y todo lo que está por llegar. Diciembre, mes de esperanza y renovación, es un recordatorio de que la vida siempre tiene algo más que ofrecernos, y hoy, con todo mi corazón, quiero pedirte que ilumines mi camino con tu amor infinito.

Este año ha sido un viaje de transformación, Niño Dios, y con la llegada de este mes tan especial, te pido salud, no solo para mi cuerpo, sino para mi alma, que en ocasiones también necesita sanación. Que la paz llegue a cada rincón de mi vida, que podamos disfrutar de la belleza de estar juntos, de las risas compartidas, de la calidez de los abrazos sinceros, y de la gratitud por cada momento que nos regalas. Pido abundancia, pero no solo en lo material, sino en esos momentos de felicidad que no se pueden comprar, en la belleza de los detalles pequeños que llenan el alma.

Te pido prosperidad, Niño Dios, pero no solo de riquezas externas. Mi alma anhela un camino que esté en armonía con lo que soy, lo que siempre quise ser. He pasado mucho tiempo haciendo lo necesario para sobrevivir, pero ahora, más que nunca, quiero encontrar un propósito profundo que me llene de alegría y sentido. Te pido que me guíes hacia esos espacios donde mi creatividad sea la que me impulse, donde mi pasión sea el motor de mi vida, y no el temor o la necesidad de encajar en moldes que no me pertenecen.

Y, lo que más deseo en este tiempo, Niño Dios, es que mi familia se una. No como una esperanza distante, sino como una necesidad profunda, como una reconciliación que debe ser. Hemos estado distantes por malentendidos, por heridas no sanadas, pero sé que este diciembre puede ser el principio de algo nuevo. Que el perdón fluya entre nosotros, que el amor se renueve y nos permita abrazarnos con un corazón limpio, dispuesto a dejar atrás todo lo que nos separó. Que la unidad sea un hecho, no una meta lejana. Que juntos podamos superar lo que nos ha dividido, con la fuerza que solo Tú puedes darnos.

Lo que más ha crecido en mí este año, Niño Dios, es una transformación interna que ya está floreciendo. A través de las cicatrices de mi pasado, siento que algo dentro de mí se está despertando. Un cambio de conciencia, una nueva forma de ver la vida y a mí mismo. Te pido que me ayudes a seguir cultivando esta transformación, a hacerla florecer en cada pensamiento, en cada acción, en cada decisión. Quiero abrazar la mejor versión de mí mismo, caminar con fe, con esperanza, y con amor en mi corazón, y que mis acciones reflejen esa transformación que ya está tomando forma.

Gracias, Niño Dios, por ser la luz que me guía, por recordarme que siempre hay esperanza, incluso en los momentos más oscuros. Que este diciembre y el próximo año me encuentren más en paz con lo que soy, más en sintonía con mi propósito, y más dispuesto que nunca a ser una mejor versión de mí mismo.

Con todo mi cariño, Telly Joel

 

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