Homenaje a los asistentes al curso de ayer.

Este no es el artículo que tenía pensado para hoy pero, a veces, la emoción hace que cambies los planes.

El artículo de hoy me reconcilia con mi trabajo.

Porque, hay veces que pasa. Hay veces que trabajas igual de duro que siempre, le echas las mismas horas de siempre, le pones el mismo empeño de siempre pero el resultado no te satisface.

¿A ti no te pasa?

Supongo que son fases o rachas o etapas. Yo qué sé.

El caso es que un día llegas a un aula y …

… ves el resultado del trabajo de los asistentes.

Ves el cambio.

Ves, claramente, que han entendido lo que has explicado y ves cómo lo han aplicado.

Tendríais que haber visto el cambio que hubo entre las presentaciones que hicieron el primer día y las que hicieron ayer.

¡Ves como un participante con COVID se conecta desde su casa porque quiere continuar con el curso y ves como aguanta como un campeón desde las 9 de la mañana a las 6 de la tarde!

(Lección para todas aquellas personas que se apuntan a un curso de formación on line y se dedican a hacer de todo, menos atender al curso).

Subidón.

Alegría.

Satisfacción.

Hoy el artículo va dedicado a ellas y a ellos.

Va dedicado a las personas que durante un buen número de horas se han tomado en serio la formación, han mantenido la mente abierta, han puesto ganas de mejora y, sobre todo, han conseguido demostrar que el trabajo tiene sus frutos.

(Y, además, nos lo hemos pasado de coña).

Con el artículo de hoy también quiero reivindicar y homenajear a las personas que gestionan el Departamento de Formación de empresas, no el «Departamento de Postureo».

Esas personas que no gestionan número de cursos al año, sino que gestionan acciones de mejora.

Esas personas que no presentan listas de cursos «modernos y novedosos», si no acciones útiles para solventar problemas reales.

Ahora, en este momento, debería mencionar el nombre de la empresa pero me da apuro que parezca un artículo escrito para el peloteo, así que, no lo voy a hacer. Ellos y ellas ya saben mi opinión.

Hoy estoy feliz.

Óscar Fernández Orellana

interaccionhumana.es / clubdeoreatoria.com