Homofobia en el fútbol mexicano

Esta semana se juega la final varonil del fútbol mexicano siendo el Club América y los Tigres de la UANL los protagonistas. Es exactamente la misma final que se jugó en la Liga MX Femenil hace un par de semanas y esto será un reflejo de las grandes diferencias que hay en temas de diversidad e inclusión.

Como aficionado al futbol me doy cuenta de que en la Liga MX Femenil hay mucha más apertura para la comunidad LGBTQ+, lo que significa más representación de nuestra comunidad en el deporte profesional. Tan solo pensemos cuántos futbolistas profesionales en activo de la Liga MX hay fuera del clóset: cero.

El futbol es un deporte homofóbico. Uno de los casos que más recuerdo de mi infancia es el de Adolfo Ríos, gran portero mexicano que durante su paso por los Tiburones Rojos de Veracruz llegó a la selección nacional. Pero, cada vez que yo iba al estadio escuchaba gritos de: “Barbie” o “mírala cómo se mueve”. Basta con asistir a un partido de ligas infantiles para escuchar comentarios, tanto de padres y madres, como de entrenadores, tales como: “pareces niña”, “si te sigues quejando te voy a mandar a jugar con las niñas”, “¿prefieres jugar con muñecas?”, “los hombres no lloran”, y podríamos continuar acumulando este tipo de expresiones que  hacen daño al futbol y a la sociedad. Porque no debemos olvidar que el futbol al ser el deporte más popular de México debería ser un punto de encuentro y convivio para todas las familias.

La homofobia se vive en todos los estadios de México. Seamos realistas, la Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol (FMF) han hecho algunos esfuerzos para erradicar la homofobia en este deporte. Empezando por el grito homofóbico que se escucha en cada estadio de la Liga MX durante partidos varoniles, pero desafortunadamente estos esfuerzos no han sido suficientes. Este grito no se escucha en los partidos de la Liga MX Femenil.

Si la FMF no utiliza su estructura jamás van a erradicar la homofobia en el futbol mexicano. La FMF tiene una estructura envidiable en todo el país, si así lo quisieran, podrían llegar a cada rincón en el que exista una liga por amateur que sea. Con esto implementar campañas comunitarias y de comunicación para educar a todas las personas que están involucradas en estas organizaciones locales sobre temas de diversidad e inclusión.

Implementar campañas comunitarias de diversidad e inclusión traería beneficios sociales y económicos a la FMF mejorando su reputación dentro de la industria deportiva y podría ser un caso de éxito en el deporte mundial.

Esta semana durante la transmisión de los dos partidos correspondientes a la final del futbol mexicano seguramente escucharemos muchas veces el grito homofóbico. Que esto sea un recordatorio de la homofobia que se vive en nuestro país.