Reflexiones sobre la Selección y como gestionamos nuestras marcas
Pocas ocasiones me detengo a pensar en futbol, como la mayoría no soy experta en el tema pero disfruto verlo sin reflexionar mucho al respecto. Sin embargo, durante un tiempo he observado como esta joven selección ahora mundialista ha gatillado un positivismo efervescente en todo el país, que es difícil dejar de reflexionar y sacar algunos aprendizajes al respecto.
Regresemos unos meses atrás cuando una selección con nuevos talentos jóvenes pero todavía con evidentes falencias técnicas dejaban ver su compromiso genuino con la blanquiroja, compenetración y un sentimiento de que cada jugador no estaba solo en la cancha sino que tenía diez más que estaban con él, ese tipo de compromiso, compañerismo y unión que no solo se dice sino que se huele y se siente; también transmitían que detrás de ese amor incondicional al equipo y a la camiseta había un artífice llamado Gareca y un vocero llamado Guerrero, que el título de profesor y capitán no lo recibieron por sus glorias en otras canchas, sino que se lo ganaron a punta de esfuerzo de la mano con el equipo, títulos que los mismos jugadores reconocen y defienden con lealtad pura.
Con todos esos ingredientes y con menos falencias técnicas que al inicio, esta joven selección se metió al bolsillo a todo un país, con partidos de infarto y otros que casi nos matan las esperanzas, pero a pesar de los buenos y no tan buenos momentos, esta nueva selección seguía sumando adeptos y ganándose poco a poco a sus detractores. Como si no fueran suficientes estos altibajos emocionales, para coronar el pastel a puertas del repechaje el líder del equipo queda fuera de juego por un tema tan delicado que hubiese sido natural el reproche colectivo del público, de los medios y del mismo equipo, sin embargo contra toda racionalidad el país entero y el equipo le brindaron su apoyo por todo lo alto.
Entonces, a pesar de no ser el equipo que infaltablemente nos hace cantar goles y habiendo cometido varios errores en el camino ¿Cómo se metió al bolsillo a más de 32 millones de peruanos? Y es allí donde confirmo una verdad que a veces no queremos ver cuando gestionamos una marca; la hinchada, así como nuestros clientes quieren sentirnos y quieren vernos sudar la camiseta, no quieren que se lo contemos en un comercial de 30’’ o en un aviso a página completa, eso no tiene tanta credibilidad como cuando nuestros clientes nos ven dejarlo todo para entregarles la mejor experiencia, quieren que los valores de marca que gritamos en cuanto medio de comunicación nuestro presupuesto pueda pagar sean reales, donde nuestros colaboradores respiran y exhalan esos valores de marca, nuestros clientes quieren sentir que somos lo que decimos que somos, que al ver que nos emociona esforzarnos por ellos nos puedan perdonar algunos errores y celebrar a lo grande nuestros aciertos, porque ven a nuestra marca más humana y como humanos muchas veces acertamos pero también nos equivocamos, y siempre nos emocionamos, porque como humanos amamos con locura pero también perdonamos.
En eso es lo que se diferencia una lovemark de cualquier otra marca, puedo decir que hoy en día la selección peruana que llevará nuestra bandera a Rusia se comporta como una lovemark, pues genera sentimientos positivos, nos motiva y nos emociona, nos saca lágrimas de felicidad aunque a veces también de frustración, tiene fanáticos, incondicionales que atravesaron el mundo para verlos jugar, y que seguramente empeñarán la casa y la vida para seguirlos a Rusia.
Que no daríamos los gestores de marca por tener fans de ese calibre, pues así como esta joven selección no tuvo el camino fácil para ganarse el apoyo incondicional de todo un país, convertir nuestra marca en una lovemark no es fácil, por el contrario es un trabajo duro y a largo plazo, con un plan claro y con líderes que sigan ese plan consistentemente y no se dejen abatir porque los números al inicio son ingratos y nos obliga a sacrificar el plan a largo plazo por los resultados al corto plazo, pero sobre todo haciendo que los valores de nuestra marca se respiren y se sientan en cada punto de contacto con nuestros clientes y en cada espacio de nuestra organización, de esa forma seremos creíbles para el mercado y nuestros números llegarán y crecerán exponencialmente, porque nuestros clientes serán nuestros mejores aliados y defensores así como lo es un país entero de su hoy selección mundialista.
Key Account Management - Gestión Comercial y Marketing
7 añosInteresante reflexión... muy acertada
General Branch Manager at Go Trade North America Inc
7 añosY eso que esa lovamark nacional es reconocida a nival internacional.. excelente reflexión!
Gerente Zonal de Ventas en Menorca Inversiones
7 añosExcelente descripción