I-Teams o el arte de pasar del “publicar o perecer” a la comercialización del conocimiento

I-Teams o el arte de pasar del “publicar o perecer” a la comercialización del conocimiento

Del Sistema de Ciencia y Tecnología (SCT) al Emprendimiento Científico Tecnológico (ECT)

Los Sistemas de Ciencia y Tecnología (SCT) de los territorios son un gran activo competitivo a la hora de generar ecosistemas de innovación y emprendimiento. Si bien son históricamente relevantes, podríamos decir que con un SCT solo no alcanza, pero sin un SCT no se puede.

Contar con una dinámica que logre hacer de los avances científico-tecnológicos una propuesta de valor para el mercado, y que a su vez lo haga a través de modelos de negocio que capturen ese valor para hacerlos sostenible, colabora en la generación de un ciclo virtuoso de incentivos para echar a andar el desarrollo de un territorio. 

En ese sentido, el Emprendimiento Científico-Tecnológico (ECT) definidos como una “organización creada sobre la base de conocimientos con potencial innovador surgidos de actividades de I+D llevadas a cabo al interior de instituciones académicas y científico-tecnológicas; y de empresas, o en vinculación con ellas, así como también del conocimiento que existe y circula a través de otras actividades que hacen al objeto y especialidad de estas organizaciones” (Kantis & Angelelli, 2020. p.3) es un mecanismo para cerrar brechas entre la investigación y la innovación, convirtiéndose en un vehículo eficiente para lograr que el conocimiento científico llegue en productos a la sociedad (Peire, s.f).

Escasos nacimientos de ECT: las problemáticas de su generación

La creación y el desarrollo de ECT depende de un conjunto de:

Condiciones organizacionales: mundo académico y científico, incluidas la vinculación de las agendas de investigación con los problemas de la sociedad y las empresas, la cultura institucional y las reglas de juego con las que trabajan los académicos e investigadores, así como también los procesos de creación de ECT

Condiciones sistémicas: cultura de la sociedad, los procesos formativos a través de la educación, el papel de las empresas, el capital social, el financiamiento público y privado, las regulaciones y las políticas públicas. (Kantis & Angelelli, 2020)

El problema de la divergencia entre las agendas de investigación y la dinámica del territorio es tema y problema alrededor de todo el globo. En este caso, cuando hablamos de Argentina, los indicadores de transferencia tecnológica en todo el sistema científico son muy bajos (Peire, s.f). Esto posiblemente se debe a que las agendas de investigación suelen estar poco vinculadas con los problemas de la sociedad y de las empresas (Kantis & Angelelli, 2020). De por sí -en general- la naturaleza de científicos y emprendedores es asimétrica en términos de preferencias temáticas, un horizonte temporal para pasar de reflexión a acción y en la aversión al riesgo.

De manera resumida esto expresa el dilema de la transferencia de conocimiento al entorno. El slogan “publish or perish” (publicar o perecer) refleja el esquema de incentivos desalineados entre un SCT y el territorio.

El emprendedor científico: cómo ponerle valor a las ideas.

Transformar estas agendas y encontrar el vínculo que traccione el circuito de conocimiento-territorio, es el desafío que aborda la generación de emprendimientos de base científico tecnológico. El nacimiento de ECT tiene dos vías definidas, impulsando el conocimiento hacia el territorio (Technology Push) o trayendo una demanda a la plataforma de ciencia y tecnología (Market Pull). En ambos casos, el objetivo final es realizar un modelo de negocio sostenible alrededor del conocimiento científico-tecnológico.

Parte de esa tarea de transformación puede darse prestando atención a la asignación del tiempo de los investigadores, pudiendo esta ser: 

i) Más rígida, favoreciendo la concentración excluyente en actividades tradicionales que buscan la producción científica pura; 

ii) Más flexibles, o 

iii) Deliberadamente facilitadoras de la participación en procesos de creación de ECT. 

Hoy el esquema de trabajo parece no compatibilizar los tiempos de validar el producto o servicio a nivel técnico y comercial, desarrollar el equipo y los contactos, el acceso y organización de recursos para concretar un emprendimiento innovador, con una carrera académica (Kantis & Angelelli, 2020). Por lo que son escasos y poco relevantes los casos de investigadores que comienzan a debatirse su dedicación horaria entre tales tareas.

En ecosistemas como el nuestro, ambas figuras académico-emprendedor coexisten en conflicto. Generar, desde los grupos de investigación, un equipo que trabaje el ECT es un desafío ya que los recursos materiales y humanos para emprender son más accesibles en ecosistemas desarrollados. En ese conflicto, la búsqueda -generalmente frustrante- de aportes y equipos tiene al académico-emprendedor involucrado ineficientemente en la gestión del emprendimiento.

Sobre esto, Peire comenta que es “(...) necesaria la combinación de un emprendedor con foco, deseo y experiencia en el desarrollo de negocios para que junto a un emprendedor con formación científica puedan articular esos factores y capacidades con el objetivo de lograr construir, con determinación y capacidad de asumir riesgos, una oferta auténtica y valiosa.

Una vez logrado, el combo puede ser explosivo ya que “en general, científicos conocen mucho sobre la industria donde podría desembarcar la línea de investigación. puede ocurrir que no tengan las preguntas correctas, pero, seguramente, tienen muchas de las respuestas necesarias para diseñar un modelo de negocios” (Peire, s.f).

La creación de la empresa está basada en capacidades científico-tecnológicas articuladas con las capacidades de desarrollo de negocios de interés en el mercado (Peire, s.f). Generar esa articulación es una misión interesante para abordar desde el sistema nacional de innovación (con una lógica top-down) cambiando la estructura central. Pero iniciativas bottom-up, como los I-Teams, demuestran la relevancia territorial a la hora de transformar las agendas de los principales actores locales, y encauzar los esfuerzos hacia un modelo de desarrollo endógeno. 

The Innovation Teams Enterprise (I-Teams): Massachusetts I Cambridge I Córdoba

Un modelo que nació en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Estados Unidos, posteriormente replicado en la Universidad de Cambridge, Reino Unido desde el 2006 y actualmente se implementado en la Universidad Nacional de Córdoba.

El I-Teams Cambridge: Comercializando Creatividad, es un programa universitario que apunta a encontrar la viabilidad comercial de nuevas tecnologías y conocimiento, a la vez que fomenta el desarrollo emprendedor entre sus participantes.

Proyectos y grupos de investigación son seleccionados y complementados con un equipo de estudiantes o jóvenes investigadores multidisciplinarios junto con mentores sectoriales. Estos equipos trabajan durante 6-10 semanas para explorar la viabilidad comercial de hallazgos científico-tecnológicos, pasando del paper al territorio.

Esta dinámica genera “nuevas ideas para el uso de las invenciones universitarias en el mundo real así como también la adquisición de feedback relevante del mercado sobre ellas, incluyendo la identificación detallada (frecuentemente técnica) de requerimientos para esos contactos de mercados e industrias.” (Cambridge, 2020)

40% de los proyectos derivaron en emprendimientos científico-tecnológicos, de todas las disciplinas a toda clase de industrias. 2006-2020

I-Teams Cambridge en números desde 2006: 

  • Trabajado más de 150 tecnologías
  • Participación y entrenamiento de más de 1000 estudiantes
  • Aportes de 40 mentores de la industria
  • 170 invenciones con feedback directo del mercado 

Han derivado en 74 StartUps (con 3 exits hasta el momento).

Cambridge: Comercializando innovación mientras se empoderan emprendedores (2018).

I-Teams Córdoba

En el año 2019, el Hub de Córdoba junto con el Hub de Cambridge de la organización Global Shapers del World Economic Forum se embarcaron en un proyecto de cooperación para replicar la dinámica en la Universidad Nacional de Córdoba. De esa forma, entre los Hubs, la Universidad Nacional de Córdoba - a través de la Incubadora de Empresas UNC -, junto a la Universidad de Cambridge, comenzó un trayecto para innovar en la dinámica de creación y desarrollo de emprendimientos científico-tecnológicos en nuestro territorio.

I-Teams Córdoba 2019

  • 3 Grupos: Alimentos, Nanomedicamentos y Machine Learning.
  • 21 estudiantes
  • 4 investigadores
  • 10 capacitaciones

Esta primera aproximación generó las bases para poder ampliar y profundizar un novedoso modelo. Con un primer piloto ejecutado, los I-Teams Córdoba hoy tienen su versión 2020 afinada y lanzada, renovando la alianza previa, incorporando al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, potenciados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba, y acompañados por aceleradoras (GridX, Incutex), fondos de inversión (Kalei Ventures), y unidades de vinculación tecnológica (UVITEC).

I-Teams Córdoba 2020

  • 5 Grupos: Alimentos, Economia del Conocimiento, Respiradores, Alcogeles y Bioimplantes 3D.
  • 35 estudiantes
  • 6 investigadores
  • 8 capacitaciones + 2 conferencias

El trabajo mancomunado de varios sectores amplía el margen de maniobra de los I-Teams para cumplir con la misión de llevar el conocimiento al mercado, encontrandole el valor a las ideas, pasando de conocimiento a innovación. Con el proyecto I-Teams los emprendedores vienen a cerrar las brechas entre el conocimiento generado y la innovación, a través de la creación de Emprendimientos Científico-Tecnológicos (Kantis & Angelelli, 2020).

Patria o Paper

Hoy todas las novedades de este proyecto territorial de cooperación se pueden seguir desde acá.

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