ILUSIONES (continuación)
Sobre la vida, sobre los sueños, sobre la esperanza y sobre todo, sobre el amor. ¿Qué sería la existencia sin haber experimentado este sentimiento? Varias veces me lo he preguntado y aún no encuentro la respuesta. La teoría de ensayo y error, en algunos casos, suele complicarse.
Un año después, me trasladé de nuevo a la capital y recordé la agradable charla de hacía más de un año con aquella joven. Como debía esperar algunas horas entre dos gestiones diferentes, recordé que había guardado su número telefónico y decidí poner manos a la obra. ¿Por qué no llamar a aquella agradable persona y conversar un poco sobre lo humano y lo divino mientras pasaban el tiempo de espera? Pero, ¿estaría disponible? A veces, la suerte de los borrachos y los locos nos favorece. Tenía tiempo disponible. Fue reiterativo aquello de que “Uno no sabe de dónde salta la liebre…”
Ha pasado mucha agua debajo del puente. Nos hemos comido las verdes y las maduras, ha sido mucho el camino recorrido, pero, puedo decir con certeza sin que me quede nada por dentro, que este ha sido el mejor de los viajes. Han pasado más de veinte años desde ese día y no sé quién le cerrará los ojos a quien, pero es probable que, en su momento, sea una promesa cumplida.