Impactando vidas siendo voluntaria global.
AIESEC en Paraguay
Desarrollá tu liderazgo, crecé personal y profesionalmente con AIESEC
Jessica Olmedo, de nacionalidad paraguaya, profesora de inglés con casi 10 años de experiencia, guiada por su pasión por la enseñanza, tomo un voluntariado a sus 28 años donde consiguió nuevas experiencias, hoy 2 años después, sigue recordando y contando cómo fue su voluntariado con AIESEC en Paraguay.
Jessi, tomo el reto de enseñar a niños en una comunidad de Ecuador, donde aprendió que no fue su único propósito durante su voluntariado, si no, pudo aportar en muchos más aspectos.
“Cuando llegué me encontré con una realidad muy distinta a la mía, pero sobre todo muy triste”. Siendo un país con una crisis económica y social muy difícil, la vida común de los niños, que debería de referirse como feliz y plena, se reduce en retos diarios de supervivencia, crecer en un entorno violento e insano es la realidad común de muchos, hábitos como lavarse las manos, conocimientos como saber utilizar los cubiertos, se convierten en tareas de los más privilegiados.
Afortunadamente existen fundaciones y ONG ‘s que ponen el ojo en este tipo de problemáticas con la intención de erradicarlas y hacerles frente, defendiendo los derechos de las y los niños que se encuentran en condiciones no aptas para el desarrollo humano, pero también que haya personas como Jessi, voluntarios que tienen la intención de hacer un cambio, generar un impacto y de ayudar a otros, trabajando de la mano con las fundaciones y ONG ´s alrededor del mundo.
“Tome la decisión de irme de voluntariado porque quería generar un impacto mayor fuera de mi zona de confort”. Jessi estuvo alrededor de 6 semanas como voluntaria en “Honrar la vida” fundación ubicada en Quito Ecuador, donde su principal objetivo es trabajar para que niños en situaciones vulnerables obtengan conocimientos, costumbres y hábitos que les permita ser excelentes seres humanos. “Somos conscientes de que no podemos cambiar el mundo entero, pero sí podemos cambiar el mundo de estos pequeños”. -Honrar la vida.
“Dentro de la fundación había alrededor de 100 niños, yo trabajaba con los más pequeños, mi horario era de 8:00 am a 12:00 pm, mi objetivo era enseñarles, y literal enseñé cosas básicas como utilizar cubiertos, modales y temas de higiene personal” Imagina un contexto social tan complejo, donde los niños tengan que aprender acciones básicas del día a día fuera de casa.
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Jessi nos platica que fue una experiencia increíble de la cual no se arrepiente y aunque durante su camino en Ecuador, enfrentó retos personales y también retos con la realidad a la que tuvo que adaptarse, continuó hasta el final de su voluntariado, llevándose con ella lecciones y enseñanzas que hoy recuerda con sentimiento. Sin mencionar el crecimiento personal que obtuvo durante su estadía.
Puede que Jessi no haya cambiado la situación de Ecuador, pero si, el mundo de los niños que conoció.
Entrevista realizada a Jessica Olmedo, 21 de septiembre 2022. Live en Instagram.