Importancia de incluir la Educación Emocional como parte del Currículo
Por Claudia Schiappa-Pietra
A partir del presente año, los colegios en los distritos de California, empezaron a medir en sus alumnos habilidades como auto-regulación, sociabilidad, empatía, asertividad, perseverancia, resiliencia, autocontrol, alegría, automotivación, etc.
Se ha empezado a dar énfasis al desarrollo de la inteligencia emocional y habilidades blandas desde el año 2011 en la que se analizaron a los alumnos de quinto grado de la escuela Jade Cooney de San Francisco. Ellos compiten durante las lecciones; utilizan un reloj en la que miden cuanto tiempo son capaces de permanecer tranquilos y con buena conducta, levantando la mano, mostrando desacuerdos respetuosamente, mirándose a los ojos y cara a cara, sin perder tiempo en insultos u otras conversaciones. Cerca de 213 escuelas que habían empezado a implementar un programa para desarrollar estrategias de educación emocional, lograron en los alumnos mejorar su desempeño académico en 11 puntos más, que en años anteriores.
La Evaluación Nacional para el Progreso Educacional (National Assesment of Educational Progress) la evaluación más representativa para los estudiantes americanos y que tiene como finalidad mejorar el sistema educativo, incluirá preguntas acerca del desarrollo socio emocional de los estudiantes. Igualmente, la evaluación PISA está moviéndose hacia lo mismo.
Con la implementación de cursos de educación emocional como parte del currículo, se ha logrado mejorar y prevenir problemas de conducta en clase, permitiendo de ese modo, a los maestros, enseñar con mayor tranquilidad y lograr mejorar la atención en los alumnos.
En sesiones de 2 horas empiezan jugando con los alumnos “juegos del buen comportamiento” son como clases regulares, excepto que en ellas los alumnos identifican metas para el buen comportamiento y luego termina la sesión identificando las conductas buenas y las conductas equivocadas.
La inteligencia emocional trata de identificar, comprender y manejar emociones propias y de los demás y se desarrolla por la combinación de genética y educación y es allí donde tanto padres como maestros tienen un rol muy importante como modelos a seguir.
Educar las emociones, permite a los alumnos conocer, analizar y gestionar sus emociones para trabajar en ellas con voluntad de cambio. Dichas habilidades hay que desarrollarlas en los niños desde los primeros años, pues son muy buscadas en los líderes de hoy como a futuro.