Inclusión Financiera y Transformación Digital en Latinoamérica.
Según estudios realizados por entidades como la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), los avances en servicios bancarios e inclusión financiera revelan un acceso cada vez más amplio y creciente de la población a las múltiples opciones que las entidades han diseñado en años recientes y que convierten a la región en la de mayores avances en el mundo.
Además, en medio de una situación de pandemia, según datos del Microscopio Global de The Economist Intelligence Unit 2020 (EIU), con apoyo financiero de la Fundación Bill y Melinda Gates, el Centro para la Inclusión Financiera de Acción y el BID Invest y BID Lab (la principal medición en materia de inclusión financiera en mercados emergentes), Latinoamérica destaca como la región mejor posicionada, pues sus países ostentan seis de las primeras 10 posiciones, encabezando el ranking Colombia con 82 puntos sobre 100, ya que demuestra mayores avances en los dominios de estabilidad e integridad de productos y puntos de venta en el sector financiero nacional. No obstante, hay oportunidades y retos aun por aprovechar en la actual coyuntura.
A pesar de los avances positivos en la inclusión financiera, otras entidades como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) han llamado la atención de mejorar la inclusión financiera por lo que se requiere trabajar en diferentes aspectos claves como la educación económica, la mayor información sobre las capacidades financieras de la población, los esquemas de precio y de tarifa de los productos financieros, el establecimiento de una estrategia de política pública de inclusión, el acompañamiento de una institucionalidad adecuada y el eficiente funcionamiento de la infraestructura financiera o sistema de pagos de bajo valor.
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“Es de destacar que en estos momentos la banca y sector financiero global son un puntal para la atención del público, mantener sus recursos líquidos disponibles, permitir las transacciones por múltiples canales, canalizar las ayudas gubernamentales a los grupos económicamente vulnerables. Igualmente, se han dispuesto masivamente alivios financieros a los clientes para mejorar la capacidad de pago. Hoy se hacen esfuerzos para que la inclusión financiera siga su curso. Esto permite economías modernas, reduce los costos de transacción, es un incentivo a la formalidad económica. Una vez la incertidumbre actual se despeje, estamos seguros del rol de la banca en la reactivación, al financiar nuevos proyectos de consumo e inversión, atendiendo hogares, empresas y gobiernos. Siempre con el ánimo de tener un sistema financiero que llegue a más personas, con los mejores canales disponibles. La reactivación sin duda pasará por nuestro sistema bancario y financiero”, concluyó Giorgio Trettenero, secretario General de Felaban.