Indiferencia. (Actitud Parte II)
Indiferencia.
Este es la peor actitud, la más dañina y la más destructiva que existe. Esta actitud es capaz de destruir sueños, ilusiones y planes en su portador, pero también en quienes rodean a su portador. La raíz de la indiferencia es un profundo y agudo orgullo, envuelto de un conglomerado de pensamientos de autoprotección, esta actitud es un severo yugo para quién la porta, debido que a por naturaleza somos seres sociables, emocionales y sentimentales, es parte de nuestro pensamiento natural ser buenos, sin embargo esta actitud la mayoría de las veces nace cuando somos heridos y lejos de perdonar, decidimos tomar una postura que demuestra que lo que acontece a nuestro alrededor no nos importa o no nos daña, lamentablemente ser indiferente hacia las persona que amamos y algún día nos hirieron es como tomar un veneno esperando que a nuestro prójimo le haga daño.
La indiferencia tiende a propagarse en cada uno de nuestros pensamientos esenciales acerca de las buenas relaciones, está actitud al infectar nuestra forma de comportarnos, hablar y expresarnos tiende provocar daños en las personas a nuestro al rededor que la mayoría de las veces son irreversibles. Ser indiferente con tu pareja, padres, familia, esposa, hijos, jefes laborales, etc tan sólo agravará tu vida, debes de entender que una regla de vida es que lo que sembramos, eso cosecharemos. Si tú has decido ser indiferente con tus padres, tarde que temprano aquello que estás sembrando llegará a ti, y verás lo doloroso que es cuando un hijo es indiferente al amor y cariño de un padre. Así mismo, si ahora por problemas has decido ser indiferente con tu cónyuge esperando que todo mejore, estarás firmando el acta de destrucción de tu matrimonio, cuando nos comportamos con indiferencia hacia nuestras parejas, dejamos de ver el cariño, el afecto y las ilusiones, y sobreponemos todo lo malo que pudiese haber en la relación, esto provoca el efecto de repeler a tu pareja, es extremadamente cansado soportar cuando entregas muestras de afecto y se te responde con indiferencia, llegará el momento que aquella esposa o esposo que tan cariñoso era contigo decida cerrar esa espontaneidad debido a que aquello que no se cultiva, tiende a morir. Así mismo si tu estás emprendiendo una relación y desde sus inicios siembras indiferencia, te aseguro que en el futuro segarás queja, tristeza y culpa, no permitas que esta actitud destruya un futuro grandioso, deja a un lado la indiferencia, perdona y deja que lo único que muera dentro de ti sea el orgullo.
Si has decidido ser indiferente con tus hijos, recuerda que el tiempo pasa y no mira atrás, ellos están creciendo, todo el amor, los recuerdos y los momentos que tú les entregues hoy, serán los cimientos en donde ellos en futuro construirán sus decisiones, relaciones e incluso sus emociones. Cuida de ellos, diles lo mucho que los amas a diario, bésalos sin mesura cada mañana, no te escudes en tontos e inmaduros pensamientos como: “Yo soy así”, “Así me crie”, “Yo soy seco y así me quedo”, esta clase de pensamientos te garantizo que con el tiempo los lamentarás. No hay nada más valioso como padres que nuestros hijos, nuestros hijos son la herencia que Dios nos ha dado, no seas indiferente con tu mayor regalo. Para destruir la indiferencia lo primero que debemos hacer es recordar todo lo bueno que ha acontecido en nuestra vida y mirar a las personas como instrumentos de aprendizaje para amar y perdonar. Así mismo deberás decidir salir de ese cuadro agudo de falta de perdón, solamente perdonando podrás ser libre de la indiferencia, perdonar aquello que te dañó y a quién te daño, entendiendo que todos cometemos errores y faltas.
¿Estás listo para mejorar tu actitud? Si estás dispuesto a cambiar estas tres actitudes, tu vida empezará a elevarse como nunca, muchas cosas a tu alrededor mejorarán, tus relaciones interpersonales sanarán y empezarás a DISFRUTAR más, por consecuencia la alegría, felicidad y paz incrementará en ti.
Ya tienes la llave. Úsala
Luis A. Rosado
Master Coach de Haz Que Suceda México