Inmigración y ciudadanía por derecho de nacimiento: lo que tenemos que hacer al respecto.
Afrontémoslo: este país es un desastre en muchos frentes. El gobierno por fin despertó de su letargo de siglo y medio para establecer el Juneteenth (Día de la Liberación). Sí, la esclavitud existió y duró 4 siglos y este país se construyó sobre la espalda de los esclavos que no tenían derechos. En un momento dado, a efectos de calcular el número de personas que vivían en un estado y asignar el correspondiente número de representantes, los negros contaban como las 3/5 partes de un ser humano. Después, a medida que la nación se expandía con la compra de Luisiana, la doctrina del Destino Manifiesto y la fiebre del oro, surgieron muchos territorios nuevos que se convertirían en estados libres, y se produjo la que quizá sea la peor (entre muchas) de las decisiones del Tribunal Supremo, que mostró cuál era la postura del gobierno en la cuestión de la ciudadanía por derecho de nacimiento.
En el caso Dred Scott contra Sandford, el Tribunal Supremo abordó la cuestión de quién tenía derecho a la ciudadanía. Aunque parezca mentira, el Tribunal determinó que los negros, incluso los nacidos en territorio de los Estados Unidos, no tenían derecho a la ciudadanía, incluidos los hijos de los esclavos. En otras palabras, el derecho a la ciudadanía que alcanzaba a TODAS las personas nacidas en suelo estadounidense no aplicaba a los esclavos nacidos en el mismo suelo, sólo porque eran negros esclavizados. Es decir, una mancha más en la historia de la opresión de 4 siglos de toda una raza. Para “compensar” por esta decisión inexplicable, el Congreso modificó la decimocuarta enmienda en 1868 y extendió la ciudadanía por derecho de nacimiento a todas las personas “no sometidas a ninguna potencia extranjera, con exclusión de [los nativos a los que] no se les cobran impuestos”, utilizando una vez más un lenguaje ambiguo, aunque permitiendo que todos los negros nacidos en Estados Unidos fueran considerados ciudadanos.
Entonces, ¿cómo ha afectado a los inmigrantes este mismo principio vigente desde la culminación de la Guerra Civil y la abolición de la esclavitud? Aunque suene irónico, desde entonces millones de personas han abusado de esta concesión generalizada de la ciudadanía estadounidense, ya sea al entrar a los Estados Unidos por vías legales (con visados o con el Programa de Exención de Visados (VWP)) o de manera ilegal (en especial, a través de la permeable frontera entre los Estados Unidos y México). Sin respeto alguno por las leyes de inmigración estadounidenses, esto sucede muy a menudo con el fin de que los hijos de los inmigrantes nazcan en los Estados Unidos y así puedan convertirse en ciudadanos estadounidenses de forma instantánea. Esto se denomina en algunos casos, aunque de manera despectiva, “turismo de la natalidad”, a través del cual las mujeres embarazadas viajan a los Estados Unidos o a otros países para que sus hijos obtengan la ciudadanía automática. Esta cuestión ha resurgido en los últimos tiempos en los medios de comunicación con el lanzamiento de campaña de Donald Trump, en la que ha declarado que quiere que se deniegue la ciudadanía por derecho de nacimiento a los hijos de extranjeros ilegales.
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Como ciudadano estadounidense naturalizado, sé lo arduo que puede ser el camino hacia la ciudadanía. No recuerdo los pasos legales exactos porque fue algo por lo que pasé entre los 5 y los 14 años de edad, cuando finalmente presté juramento para obtener la ciudadanía. Sin embargo, recuerdo no entender por qué tardaba tanto. Con base en esto y mis más de 20 años de ayudar a cientos de personas a convertirse en ciudadanos estadounidenses de manera legal, puedo decir que estoy de acuerdo con el Sr. Trump: la gente no debe ser recompensada por saltar o violar las leyes de inmigración que rigen en nuestro país. Eso incluye venir a los EE. UU. de forma ilegal, así como venir con la intención final de tener un hijo aquí para que pueda convertirse en ciudadano instantáneo (y luego salir del país al que entraron con un propósito diferente, por lo general, el turismo).
El Sr. Trump está decidido a frenar estas dos situaciones, y no permitir el abuso de la ley por parte de hijos de inmigrantes ilegales o bebés nacidos con la excusa del turismo. La idea de prohibir la ciudadanía instantánea con base en el nacimiento en suelo estadounidense es la disuasión. Es decir, disuadir a la gente que viene a tener hijos aquí para beneficiarse de todos los derechos y privilegios de muchos que, como yo, vinieron de manera legal, atravesaron varios procesos de inmigración diferentes, y que luego tuvieron que aprobar un examen de ciudadanía para tener los mismos privilegios y derechos que tienen los ciudadanos por derecho de nacimiento.
Con la administración Biden que envía mensajes contradictorios y gestiona las fronteras con una mezcla de políticas contradictorias, la inmigración ilegal a los EE. UU. ha proliferado en la actualidad. Como alguien que aboga por la inmigración LEGAL, creo que este es otro problema que tiene que ser resuelto a través de una reforma migratoria integral. Dado que la ciudadanía por derecho de nacimiento está arraigada en la 14.ª enmienda, tendría que ser modificada por el Congreso para que entre en vigor, y eso es un camino empinado. Así como necesitamos proteger más las fronteras para minimizar la inmigración ilegal, también necesitamos hacer una reforma integral de la inmigración que incluya una forma lógica, transparente y justa de gestionar la inmigración en las fronteras. Por último, necesitamos que el Congreso dé prioridad a estas cuestiones para conseguir la financiación suficiente para fortalecer las fronteras, procesar de manera adecuada a las personas que solicitan asilo y desalentar el turismo de nacimiento y la ciudadanía por derecho de nacimiento de aquellos niños cuyos padres no cumplieron con la ley (es decir, cualquier persona que no esté tramitando el asilo de forma oficial o buscando algún otro recurso legal de inmigración cuando nazcan sus hijos). Ha llegado la hora de una verdadera revisión del sistema para recompensar a quienes cumplen las leyes y castigar a quienes no lo hacen.