Innovación
En el mundo empresarial se utiliza una fábula para explicitar la innovación disruptiva. En mi opinión es una metáfora que sintetiza a la perfección la realidad que vive el mundo educativo actual.
Esta fábula comienza hablando de un maestro y su discípulo. Ambos peregrinaban por la India compartiendo su sabiduría. Uno de sus trayectos les hizo pasar por un pueblo perdido en las montañas.
Al llegar a las afueras, les sorprendió ver que no había apenas casas ni cultivos, solo unas pobres chabolas destartaladas. Iban andando por sus calles, si es que se les podía llamar así, y se toparon de frente con un hombre tan andrajoso como los demás. El discípulo no pudo contener más su curiosidad y le preguntó:
El pobre hombre se fue con un ataque de tos y el discípulo y el maestro decidieron pernoctar en el pueblo. Era noche cerrada cuando el maestro habló por primera vez:
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Con todo el dolor de su corazón, el discípulo sacó a la vaca de su chabola y la empujó por el barranco.
Muy de madrugada maestro y discípulo se marcharon de aquel lugar sin decir nada a nadie.
Muchos años después el discípulo, ya convertido en maestro, volvió a pasar por aquel pueblo. Su sorpresa fue mayúscula cuando ya desde lejos pudo vislumbrar la bonanza y el frenesí de actividad de aquel pueblo. Las casas se habían reconstruido, las calles asfaltado y la gente vestía con modestia pero con elegancia. Casualmente se topó con el mismo hombre con el que hablara años atrás, y no pudo evitar preguntarle:
El discípulo asintió y se marchó, habiendo aprendido la última lección de su maestro, años después de que este hubiera muerto.