Innovación y evaluación de nuevos fármacos: uso de la metodología Horizon Scanning
La realidad que nos toca vivir nos genera de alguna manera un bloqueo que no nos permite visualizar el futuro. Este es probablemente uno de los problemas más relevantes cuando nos toca discutir el posicionamiento de las innovaciones farmacológicas.
Para hacer este ejercicio en momentos de tanta incertidumbre es importante que trabajemos en forma conjunta definiendo mecanismos que permitan priorizar y seleccionar los nuevos tratamientos, en los que muchos y variados factores pueden influir en la toma de decisión.
Se prevee que en el próximo año se dispondrá de un número importante de moléculas en el mercado farmaceútico global. Sin lugar a dudas, la aparición de nuevas y eficientes moléculas generan un gran stress en los sistemas regulatorios. Puede ser una oportunidad para preguntarnos acerca de nuestra postura frente a la innovación: desplazar la discusión para más adelante y que en todo caso el problema sea del que viene, o ponernos a buscar nuevas formas de adaptar o mejorar los procedimientos existentes e incorporar nuevas medidas para asegurar un acceso sostenible, seguro, asequible y a tiempo de los productos más novedosos.
¿Qué herramientas podemos incorporar para enfrentar de la mejor manera este futuro promisorio? Una de ellas se refiere a los procesos que reciben el nombre de horizon scanning (HS), un método que permite el estudio de futuros fármacos, aportando las evidencias necesarias que permitan analizar/evaluar su impacto, además de predecir sus costos, con el fin de preparar los presupuestos y recursos necesarios para su cobertura.
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En los últimos años se ha podido demostrar que el HS es una buena herramienta de anticipación, filtrado, priorización y evaluación de tecnologías sanitarias emergentes. Podemos imaginarnos que el HS podría funcionar como un puente entre la industria y nuestra autoridad sanitaria para la generación de evidencia, permitiendo el diálogo temprano entre el ANMAT, en este caso, con la industria farmacéutica.
Finalmente, y para que la introducción de la innovación resulte posible, es necesaria la colaboración de todos los agentes implicados, la administración pública,la industria farmaceútica, los profesionales del sistema de salud, las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes entre otras. En este camino, para promover el desarrollo del HS se podrían contemplar convenios público-privados, que resultarán sin duda en el beneficio de los individuos con necesidades a cubrir.
Kato Mastai MD, Ph.D