¿Insistir o desistir?

Muchas veces en las redes sociales me encuentro con la imagen -en todas sus variantes- de dos personas excavando hacia un tesoro, una de ellas abandonando todo casi a punto de romper la delgada pared de tierra que lo separa de la gran recompensa y la otra todavía algo lejos, pero insistiendo. Y cada vez que la veo me hace reflexionar, y dependiendo de mi situación de ese momento, con más o mayor grado de profundidad. A veces pienso ¿Y si no hay recompensa al otro lado del pozo? ¿Y si estoy excavando (insistiendo) en el lugar equivocado? ¿Sigo cavando un poco más o evalúo comenzar otro pozo? ¿Es sano seguir insistiendo? ¿Todos los esfuerzos tienen recompensa?

Son muchas las preguntas que a uno se le vienen a la mente, y todas tienen que ver con si realmente estamos yendo por el camino correcto, si no es tiempo de virar un poco la nave para otros caminos y si todas las decisiones que tomamos respecto a nuestra vida son lo realmente acertadas como para seguir insistiendo. Elegir el una carrera universitaria y el rumbo de la misma, tratar de construirse una carrera profesional sólida, elegir el lugar para vivir, etcétera, nos ponen casi siempre en estas situaciones.

Por eso cuando estoy ante esta imagen no puedo dejar de sentirme interpelado acerca de mis propias decisiones, y cómo estoy transitando el camino hacia mis objetivos. Y sé que nos pasa a todos. Y así estamos ante un mundo tan cambiante, con un mercado laboral -muchas veces- precarizado, en un océano de redes sociales de postureo en donde sentimos que no estamos haciendo nada con nuestra vida mientras los otros se llenan de éxito; y que siempre hay alguien que sabe más, que tiene más papeles, más diplomas y está ahí para ocupar -una vez más- ese puesto laboral que tanto soñamos.

La conclusión entonces sería, que nos vamos a preguntar muchas veces a lo largo de nuestras vidas si hay diamantes al otro lado de la roca, si es más saludable desistir que insistir, o si empezamos a cavar en el lugar correcto o tenemos que movernos. O quizás, es la convicción de que hay diamantes del otro lado lo que hace que ahí estén esperando por nosotros ¡Quien sabe!

Alan


Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas