INTEGRACIÓN HUMANA CON LOS SISTEMAS UAV.
Cuando se está al mando de un avión piloteado a distancia, normalmente los comandos se entregan a través de un computador y no mediante un bastón de mando y aceleradores, por lo tanto, la percepción del funcionamiento de la aeronave en general resulta diferente. Además, y lógicamente, no se escucha el motor, por lo que un funcionamiento errático solamente se puede captar observando los instrumentos de control que se recibe mediante la telemetría que envía el RPA.
Tampoco se percibe una respuesta más lenta de los controles al aproximarse a la velocidad de stall, por lo que el monitoreo constante de la velocidad resulta muy importante, especialmente cuando se vuela en condiciones de turbulencia o en las fases de despegue y aterrizaje. Debido a ello la interacción efectiva entre la máquina y el hombre puede requerir de ayudas que le permitan al piloto mantener la conciencia situacional y evitar perder el control del avión de manera inadvertida.
En la estación de control terrestre (Ground Control Station GCS) se realiza la planificación y control de la misión, normalmente la ejecución del vuelo la realizan los computadores y así el operador centra su atención en la ejecución de la misión a través del manejo de los sensores del avión. Al estar concentrado en la misión, puede resultar fácil el perder el control de la situación de tráfico aéreo que rodea la operación o ambiente en que vuela el UAV, por lo que es necesario que existan alarmas que adviertan al piloto de la aproximación de una condición insegura. Si estas alarmas son demasiado sensibles a las variaciones del vuelo, podrían causar que el piloto se distraiga continuamente de la misión y la realice en forma poco efectiva, por lo que se requiere que los avisos sean equilibrados y ponderados.
En caso de emergencia, normalmente el piloto deberá “quitar” la ejecución del vuelo a los computadores y volar en modo manual, lo que también requiere de elementos que permitan suplir la información no disponible al no estar en la aeronave, como la percepción de las condiciones ambientales en las que se desarrolla el vuelo. Se requiere la información de tráfico y presentación espacial del avión, entre otras.
Es importante la definición de los roles y responsabilidades para la interacción e integración de la tripulación con el sistema, desde la planificación de misiones, supervisión y ejecución de tareas, asignación y coordinación de tareas. Esto en las diferentes dimensiones que se verifican durante la operación de un avión no tripulado.
Esto debe incluir al sistema de vuelo automático, telemetría de parámetros de vuelo en tiempo real, información de parámetros de motor y sistemas de energía eléctrica, combustible, estado del enlace con el avión, comunicaciones aeronáuticas, sistemas de posición de vuelo y sistemas de navegación.
Considerando la evolución de la tecnología, puede que en el futuro se considere riesgoso el vuelo en aviones tripulados y se establezcan zonas segregadas para quienes quieran volar sus aviones desde una cabina integrada a la aeronave. Puede que los hijos de nuestros hijos consideren una irresponsabilidad incomprensible, la posibilidad de que una persona vaya al mando de la aeronave en la que van a volar.
Puede que solamente en los museos puedan ver aviones diseñados para llevar tripulación. Puede que nos parezca posible que suceda en un futuro cercano o lejano, pero la realidad de los aviones no tripulados se incrementará a una muy alta razón de crecimiento.
Charles Darwin señaló: “No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, sino aquel que más se adapta a los cambios.”
Debemos buscar la vanguardia aeronáutica a través de la investigación y desarrollo de iniciativas innovadoras, para esto debemos orientar esfuerzos para conocer lo que existe en la actualidad y establecer el camino que nos conduzca a constituir parte de esa avanzada tecnológica en lo que se refiere a los aviones no tripulados.
Quedan entonces, materias sobre las cuales profundizar, para esperar ese futuro sobre bases sólidas y permitir la integración de estas nuevas capacidades del modo más armónico y seguro posible. Una de estas materias, es la selección de las tripulaciones desde el punto de vista de la medicina aeroespacial.