Inteligencia Emocional: reconocer al animal para fortalecer al humano
La inteligencia emocional es una habilidad fundamental para el trabajo y la vida. En un entorno donde la creatividad y la resolución de problemas son clave, la capacidad de comprender y gestionar nuestras emociones, así como las de los demás, se convierte en un factor determinante para el éxito. La inteligencia emocional nos permite cultivar relaciones sólidas, tomar decisiones informadas y mantener un equilibrio emocional en situaciones de alta presión. En este artículo exploraremos de dónde vienen las emociones, los 5 componentes de la inteligencia emocional y un ejercicio corto que pueden aplicar con sus equipos.
Primero animales después racionales
La inteligencia es nueva, las emociones siempre han estado. En el sentido más estricto nuestro cerebro evolucionó del cerebro de los reptiles y después de los mamíferos, para finalmente convertirse en el cerebro humano, esto significa que nuestras reacciones a un estímulo son principalmente físicas como las de un reptil, después emocionales como las de un perrito y finalmente cognitivas.
Miremos el efecto de nuestros 3 cerebros con un ejemplo:
Entender de dónde vienen las emociones nos ayuda a reconocer sus manifestaciones en nuestro cuerpo y podemos nombrarlas para poderlas gestionar. Esto nos permite pasar de la reacción a la respuesta, para construir relaciones armónicas y colaborativas en todos los aspectos de nuestra vida.
Usar la conciencia para acompañar al animal
Las emociones se presentan de manera automática, es decir no podemos evitar las manifestaciones de las emociones en nuestro cuerpo y la sensación que producen, sin embargo podemos gestionar la emoción para evitar alimentar la emoción y reaccionar de manera inadecuada. Los 5 componentes de la inteligencia emocional de Daniel Goleman nos dan pistas de que habilidades podemos fortalecer para desarrollar nuestra inteligencia emocional, a continuación una breve descripción de cada uno de ellos.
Auto-conciencia
Se refiere a la habilidad de reconocer las propias emociones, fortalezas y debilidades, así como el impacto que tienen en otros.
Es decir, ser conscientes de lo que sentimos y cómo nos afecta.
Autorregulación
Consiste en la capacidad de regular, gestionar y expresar nuestras emociones adecuadamente. Se ve reflejada en la flexibilidad, la adaptación al cambio y hacerse cargo de sus acciones.
Motivación
Conocer qué te mueve, que hace que te quieras levantar de la cama. Como dice Armando Manzanero aquello en lo que me concentro y “me olvido de todo y de mí”.
Empatía
Entender cómo otros se están sintiendo e interesarse genuinamente en sus preocupaciones.
Habilidades sociales
Poder encontrar un terreno común, desarrollar relaciones y establecer redes. Las habilidades sociales incluyen la escucha activa, influencia, liderazgo y colaboración.
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Hagamos un simulacro
Además de la conceptualización es importante empezar a hacer ejercicios que nos ayuden a identificar nuestras respuestas emocionales para poder gestionarlas mejor en una próxima ocasión, como un simulacro de incendio, no asegura que no te quemes pero mejora tus posibilidades de salir bien librado.
La actividad descrita a continuación tiene como objetivo fortalecer la autorregulación y la auto-conciencia, fue tomada del material del curso Agile HR impartido por Erick Masgo Dávila , les dejo la guía de ejecución, la plantilla y algunas reflexiones.
Guía de la actividad
Sección individual (5 minutos)
Visualiza una conversación que hayas tenido con un compañero recientemente.
Identifica en las tarjetas qué emoción se despertó en ti.
Responde las preguntas:
¿Dónde sientes la emoción?
¿Cómo es para ti sentir esa emoción?
¿En qué otras situaciones aparece esa emoción?
¿Qué palabras asocias con esa emoción?
Sección en parejas (10 minutos)
Comparte con un compañero la situación, la emoción y las respuestas
Plantilla
Consideraciones del ejercicio
Después de haber realizado el ejercicio en la formación de Agile HR como participante y como co-facilitadora al equipo del laboratorio de innovación de Ceiba Software , #ceibaLAb, algunas consideraciones.
Un ejercicio de nunca acabar
Como seres humanos, animales emocionales que piensan, siempre estaremos en construcción, pues al cambiar la vida cambian las situaciones que despiertan nuestro animal, a mi por ejemplo la maternidad ha exacerbado respuestas emocionales (agradables y desagradables) que nunca había tenido. La inteligencia emocional es entonces una habilidad que nunca terminaremos de desarrollar completamente, pero entre más practiquemos más fácil será reconocer la emoción, así se presente en en nuevos contextos, para poder regular y tener empatía cuando nuestro comportamiento y el de otros no sea el que hubiéramos deseado.