Internet de las Cosas de San Marquitos
En mi época universitaria, un evento de rebeldía en una facultad tan tranquila como la de sistemas, era recolectar firmas para postergar el examen de ese día. Cuando el tiempo para el estudio se reducía al mínimo: papelito, lapicero y la voluntad de ex-adolescentes expresadas en firmas eran los instrumentos precisos para conmover a un profesor ante el alivio generalizado de los que no lograron estudiar y también de los que sí estudiaron (en caso hubiese alguno).
En Lab San Isidro se presentó el equipo de Internet de las Cosas de San Marcos, alumnos de mi alma mater compartieron sus trabajos bajo el enfoque de una aplicación real y comercializable, algo que no se veía mucho en mis épocas y que ahora producto de la nueva forma de ver el mundo es un "must" para cualquier chico que piense egresar de una carrera de tecnología. El hecho de promover el trabajo en equipo entre sus facultades (interdisciplinas) y buscar asociarse con entidades privadas, solo puede dar como resultado profesionales mejor preparados y capaces de proponer soluciones.
Si las PCs nos hicieron más productivos y los móviles más interactivos, ahora IoT (Internet of Things, como se le conoce), nos podrá de lleno en un mundo de dispositivos y softwares cuyos nombres aún nos suenan extraños (Beacons, Arduino, Rasperry, Firebase), conforme pase el tiempo serán la nueva cotidianeidad para chicos como los que se presentaron el día de ayer en el auditorio de una municipalidad. Demostraron que, sea con nuestro permiso o no, los dispositivos conectados a Internet estarán al tanto de nuestros pasos, para cosas tan simples como un control de asistencia o para monitorear el avance de la cola en una agencia bancaria, la fusión entre dispositivos y software "está para quedarse" repetía constantemente el expositor. Por un momento se planteó las consecuencias éticas de ello y no habría que ser muy imaginativo para ver muy cerca la posibilidad de una realidad orwelliana, pero ese ya es otro tema.
Es cierto, IoT permitirá tomar mejores decisiones al capilarizar la información que nos pueden ofrecer, en ese contexto el big data y la inteligencia artificial se integrarán naturalmente a nuestro día a día. Aún con tanto bombo, cualquier tecnología, por prometedora que sea, debe conocer muy bien el proceso al cual servir, aquella época dorada en que el personal de sistemas era un despachador ha evolucionado para ser capaz de acompañar al mismo experto en su negocio, es un punto que el equipo de San Marcos ya lo tiene claro. Tampoco es exagerar en automatizar frenéticamente cualquier proceso que se nos atraviese en el camino, en lo que a mi respecta, el acto tan sublime de arrancar una hoja de papel y pasarla entre los compañeros para tramitar la postergación de un odioso examen, siempre será más atractivo para el estudiante, ya sea para el rebelde de ayer o de aquí a 15 años.