Invierte en tu marca
La marca es la suma de cómo los clientes, empleados y otros grupos de interés perciben a la empresa. Las marcas dan a los consumidores un sentido de identidad. Los clientes se asocian fuertemente con la marca, sus atributos, valores y personalidad, y compran plenamente el concepto que a menudo se caracteriza por una relación muy emocional e intangible.
La investigación psicológica demuestra que las marcas son duraderas porque la sociedad moderna está sobrecargada de información y el consumidor recibe mucha más información de la que posiblemente pueda digerir adecuadamente. Por lo tanto, las personas buscan simplificar el mundo confiando en una variedad de reglas heurísticas para minimizar la cantidad de búsqueda y procesamiento de información necesarios para tomar decisiones razonables.
Una vez que las personas creen que una marca funciona para un determinado propósito o razón, es menos probable que busquen nueva información que desafíe esas suposiciones. La investigación sociológica también demuestra por qué es menos probable que las personas cambien de marca. Múltiples elementos como imágenes, historias y asociaciones se adjuntan a una marca. Como estos elementos son compartidos colectivamente por grupos de personas, forman convenciones generalmente aceptadas sobre las marcas. Por lo tanto, es relativamente difícil para las personas abandonar estas convenciones compartidas y, por lo tanto, cambiar de marca.
El capital de marca o brand equity define el valor que tiene una marca desde un punto de vista de su capacidad para generar más ventas gracias a su notoriedad. Desde el punto de vista del cliente, una marca es una señal de calidad y crea un vínculo de confianza con la empresa que la respalda.
Una buena gestión de marca va más allá de logotipo y elementos gráficos. Una estrategia de branding apropiada y bien organizada puede favorecerte con la valiosa lealtad del cliente hacia tu empresa y del mercado en su conjunto.
Un estudio realizado por Lambie-Nairn en colaboración con la AEbrand (Asociación Española de Empresas de Branding), muestra que el ROI de la publicidad tiene mucho que ver con la imagen de marca. Aquellas percibidas como fuertes, consiguen crecer un 168% mediante la publicidad, mientras que las marcas más débiles consiguen apenas un 21%.
La marca es una inversión y por tanto debe ofrecer un retorno de la inversión (ROI) y un valor a la empresa como cualquier otra actividad comercial. Debe aparecer en el balance como un activo intangible y su valor está sujeto a cambios al alza y, potencialmente, a la baja. El desarrollo de la marca es una inversión que, si se realiza correctamente, redundará en rendimientos exponenciales a lo largo de la vida del negocio.
La marca debe ser vista como un requisito esencial, un elemento clave de la estrategia empresarial y previo a cualquier acción de comunicación.