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Nuestro cuerpo tiene la capacidad de fabricar colágeno, pero con la edad y el debilitamiento metabólico esta capacidad de fabricación disminuye.
A partir de los 40 años puede ser conveniente la complementación con colágeno. En los deportistas y personas que realizan un desgaste físico importante incluso antes.
Tipos de colágeno
Existen muchos tipos, que varían según los órganos donde se hallan. Disponen de una información genética diferente, a partir de los mismos aminoácidos.
Colágeno Tipo 1: Más del 90% del colágeno en el cuerpo humano es de tipo 1.
El colágeno se asocia formando fibras, que se agrupan y forman cadenas cuya principal función es dotar al organismo de flexibilidad y resistencia. Está presente en los tejidos que requieren soportar fuerzas mecánicas, como la piel, el tendón y el hueso.
Es también crucial para acomodar los cristales de hidroxiapatita en la formación de la matriz ósea.
Colágeno Tipo 2: Se localiza en los cartílagos. Sus dimensiones y forma alargada son similares a las del colágeno de Tipo 1. Es importante también para la piel. Las propiedades lubricantes del cartílago se deben a las fibras de colágeno Tipo 2 y al ácido hialurónico que forman un soporte al cual se fijan los proteoglicanos.
Colágeno Tipo 3: Es propio de los músculos, de las venas, también en la piel y en varias glándulas del cuerpo humano. Su principal función es la sujeción de los órganos del cuerpo.