Israel podría lograr un pacto con Hamás y, en seguida, iniciar una guerra contra el Líbano

Israel podría lograr un pacto con Hamás y, en seguida, iniciar una guerra contra el Líbano

El Gobierno de Netanyahu se encuentra analizando la posibilidad de un fin a la guerra en Gaza, pero la tensión general no estaría por concluir porque los ataques de Hezbolá han despertado un nuevo flanco de conflicto inmediato.  

David Jesús Flores Heredia

Las predicciones de que Israel perdía guerra han quedado en el olvido tras las peticiones de lograr un acuerdo por parte de Hamás; al respecto, el Gobierno israelí se mantiene analizando la propuesta, por ello, el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró: “Hoy, y lo digo con cautela, estamos más cerca que nunca del acuerdo”.

Las declaraciones de Gallant en Channel 12 –la cadena de televisión más importante del país– brindaron cierta sensación de proximidad del fin del conflicto; sin embargo, la conversación entre Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, y el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, transformaron la esperanza en recelo para la mayoría de sus ciudadanos, al escuchar a Netanyahu comentar que enviaban una delegación para negociar la liberación de los rehenes, pero que “la guerra no terminará hasta que se logren todos sus objetivos”.

Por ello, miles de personas salieron a las calles principales de Jerusalén y de otras ciudades para manifestarse contra Netanyahu con pancartas que versaron: “Netanyahu pone en peligro la seguridad de Israel”; asimismo, los manifestantes se dirigieron hacia la casa del Primer Ministro en la calle Azza donde concluyó la protesta. 

Cabe destacar que la marcha fue convocada por el movimiento antigubernamental Banderas Negras que difundió en sus canales digitales el eslogan: “Se nos acaba el tiempo: ¡hay un acuerdo sobre la mesa!”; además, al cierre de esta edición, los manifestantes denunciaron a Netanyahu por “sabotear el acuerdo de rehenes, abandonar el Norte y hacer caer a Israel en el abismo” y las huelgas continuaron.

“Constantemente se citan a las víctimas del Holocausto en Europa, pero cabe señalar que los judíos árabes y los judíos orientales no experimentaron el Holocausto; sin embargo, el programa gubernamental israelí ha desarrollado programas indicando que todo el mundo no judío quiere asesinarlos y esto retrata al país bajo una luz que solo puede describirse como psicopática”, aseguró el exembajador Chas Freeman.

“DIRECCIÓN EQUIVOCADA”

Mientras Netanyahu se reúne con su Consejo de Guerra para evaluar la propuesta de Hamás, el Ministro de Seguridad gazatí, controlado por Hamás, ha reportado que la cifra de muertos –al cierre de esta edición–es de 38 mil 11, la mayoría mujeres y niños; asimismo, la cantidad de heridos ha ascendido a los 87 mil 445.

Asimismo, diversas organizaciones humanitarias continúan denunciando al Ejército israelí; en tal sentido, la ONG humanitaria Oxfam acusó a Israel de violar el derecho internacional al obligar a que 250 mil personas abandonen el este de Jan Yunis para proseguir con su ofensiva militar, “cuando no existe un lugar seguro hacia donde puedan ir”.

Además, en medio de los posibles acuerdos, Israel aprobó la mayor confiscación de tierras –en más de tres décadas– sobre la ocupada Cisjordania; aunque, cabe precisar que la medida fue aprobada a fines del junio, pero la publicación de la misma fue recién dada a conocer el miércoles pasado.

Al respecto, la medida aprobada ordena la expropiación de 12.7 kilómetros cuadrados de tierra en el valle del Jordán, lo que se aúna a la confiscación de ocho kilómetros cuadrados en Cisjordania sucedida en marzo y a los 2.6 kilómetros cuadrados en febrero; la información fue vertida por la agencia de noticias estadounidense The Associated Press.

Ante ello, el movimiento israelí Peace Now indicó que “se trata de la mayor expropiación aprobada desde los acuerdos de Oslo de 1993, al comienzo del proceso de paz”; también, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, calificó el hecho como “un paso en la dirección equivocada¸ más aun, cuando la dirección en la que queremos ir es encontrar una solución negociada de dos Estados”.

LA POSIBILIDAD DE UNA NUEVA GUERRA

La tensión de la guerra en Gaza no distrae a Israel de lanzar ataques contra Hezbolá, que hace una semana produjo su mayor embestida con más de 200 cohetes y una veintena de drones contra el norte del país israelí; en respuesta, la guerrilla ha sufrido un serie de bombardeos que han dejado un gran número de bajas.

Ante ello, los voceros de Hezbolá indicaron que su arremetida se produjo debido “al asesinato selectivo que Israel llevó a cabo en la ciudad de Tiro contra Muhammad Nimah Nasser –un alto mando del grupo–”; asimismo, durante el velorio de Nasser, el Secretario General de Hezbolá, Hashem Safieddine, declaró al medio catarí Al Jazeera: “Continuaremos apuntando a nuevos sitios que el enemigo no imagina que podrían ser atacados”.

Cabe destacar que, el pasado 12 de junio, Hezbolá lanzó un ataque similar sobre la ciudad de Tiberíades, a más de 60 kilómetros de la frontera; luego, el líder de la guerrilla, Hasan Nasralá, aseguró que “no deseamos una guerra total, pero, si es necesario, combatiremos sin reglas ni límites”; y amenazó a Chipre –miembro de la Unión Europea–de no involucrarse ni prestar sus bases para que Israel pueda atacarlos porque sufrirían graves consecuencias.

En tal sentido, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que viajó a Estados Unidos, declaró a los medios que su primera opción es la de rebajar la tensión en el Norte para evitar un choque más frontal con Hezbolá –que cuenta aproximadamente 70 mil combatientes y sería más complicado de vencer–; no obstante, días después, advirtió: “Si hay guerra, Israel puede mandar a Líbano de vuelta a la edad de piedra”.

“En los últimos nueve meses, Hezbolá ha lanzado más de 10 mil cohetes y la Cúpula de Hierro no ha tenido problemas para interceptarlos (…). Hezbolá es un enemigo más sofisticado que Hamás: tiene vínculos más estrechos con Irán, un gigantesco arsenal de cohetes, unos 25 mil combatientes y 30 mil reservistas. Pero los funcionarios israelíes insisten en que no tienen miedo. ‘Duermo como un bebé’, dice un teniente coronel de las Fuerzas de Defensa de Israel con gafas, que pasa los días contemplando las montañas libanesas a unos cuantos kilómetros de distancia. (Y agrega:) ‘Si Israel tiene que girar hacia el norte, lo que ha ocurrido en Gaza será un juego de niños’”, escribió el periodista Angus Colwell, en su columna titulada “Israel dice que está listo para otra guerra”, publicada en la revista inglesa The Spectator.

 

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