ITS: Crónica de una Muerte Anunciada
El gobierno debería, hace ya buen rato y para bien de las industrias extractivas, darle fin al Informe Técnico Sustentatorio (ITS). En el papel, el ITS nació claramente para evitar procesos de aprobación ambiental engorrosos y largos. A la larga, hemos visto a algunas empresas que se beneficiaron decididamente con este trámite. Digamos, empresas que han sido vinculadas al financiamiento del gobierno que expidió la norma. De esa forma, podían ganar licitaciones, cambiar el proyecto como mejor les diera en gana, no consultarlo con la comunidad, y ahorrar tiempo.
Algunas empresas mineras también aprovecharon y mal utilizaron ésta perforación normativa, emprendiendo cambios sustantivos de sus proyectos apelando al ITS. Ganar tiempo era la consigna. El resultado, en muchos casos, fue la paralización de labores de proyectos, por oposición social. Justamente, las comunidades excluidas de las consultas de los cambios. El ITS se ha empleado entonces para barrer bajo la alfombra los errores de la ingeniería y planificación de los proyectos, pero por sobre todo, para continuar obviando consultar a la comunidad en aras de las inversiones y lo inevitable de la oportunidad. Es decir, favorecer la inversión de espaldas a la opinión del área de influencia. La realidad ha demostrado ser más contundente, y en muchos casos, se ha encargado de desbaratar éstas intenciones iniciales.
Un claro ejemplo que el ITS fue concebido en algún bufete de abogados ad hoc es que luego de mucho tiempo después de publicada la norma, los usuarios no sabían a ciencia cierta que era un impacto “no significativo”, que cambio podía incluirse y cual no en un ITS. Increíble. De la noche a la mañana, nuestro Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), pasó a tener un instrumento adicional, aunque no es reconocido aún como instrumento. El ITS se ubica, desde mi punto de vista, en la frontera de lo legal con un pie adentro en el atajo riesgoso.
Por el bien de la técnica de evaluación ambiental, sugiero que el MINAM derogue la norma del ITS y establezca procedimientos de evaluación más eficaces, pero no continúe la desnaturalización de la gestión ambiental. El ITS tiene implicancias en los planes de manejo ambiental, tiene el potencial de variar diseños de proyectos, y por tanto, de modificar el corazón de muchos proyectos extractivos. Ningún país vecino ha implementado ITS con el argumento de favorecer las inversiones. Los instrumentos de gestión ambiental están diseñados para gestionar y administrar impactos, no para favorecer inversiones. En este sentido, el ITS ha demostrado no favorecer las inversiones sostenibles en el Perú.
Legal Counsel | Natural Resources, Public Utilities and Compliance
7 añosConcuerdo contigo Aníbal. El ITS es solo un placebo que a la larga encarece los proyectos, pues se generan conflictos socio-ambientales que dificultan e inclusos paralizan las actividades y que bien podían haber sido prevenidos si se seguían los instrumentos originarios del SEIA. No obstante, es innegable también la necesidad de que la Autoridad Ambiental optimice sus procesos y criterios para lograr que las modificaciones "menores" de los proyectos o mejoras en beneficio del medio ambiente sean certificadas en plazos más razonables.