Jornada de reflexión, para "los que más necesitan" reflexionar

Jornada de reflexión, para "los que más necesitan" reflexionar

Entramos en la cuenta atrás para la jornada de reflexión previa al día “V”.  Las votaciones autonómicas y municipales van a ser tan decisivas como diferentes a las de 2011 y 2007.  Un examen en el que se presentan nuevas opciones políticas y en el que el voto estará mucho más atomizado y  por ende “las mayorías absolutas” tendrán muy difícil campar a sus anchas. Para un ejemplo, miremos hacia Andalucía.

Al tradicional mapa de rojos y azules, se han sumado nuevos colores, como el naranja de Ciudadanos, el morado de Podemos y el arcoiris de otras formaciones emergentes.  Es una tendencia que no tiene vuelta atrás y si alguna de estas nuevas fuerzas se extingue o se vuelve parte del “establishement” ya vendrán otras para relevarle.

El bipartidismo tradicional está herido de muerte, si no es que ya ha pasado a mejor vida. Esperaremos para confirmarlo la noche del Domingo con los resultados electorales.

Teóricamente la jornada previa a las elecciones sirve para “reflexionar” y creo que la reflexión de los políticos tendría que centrarse más en la relación con los ciudadanos y en la articulación de espacios de participación y transparencia, que en la tradicional y muy trillada “promoción” de sus partidos como una marca electoral, tanto en el terreno off-line como online.

Pasadas las elecciones, las nuevas tecnologías van a jugar –si es que no lo están haciendo ya—un papel fundamental en la forma de comunicar y de hacer política en tres direcciones:

  1. Una forma para entablar un diálogo productivo, no promocional y de largo alcance con los ciudadanos, sean éstos votantes o no de sus partidos.
  2. Una herramienta para aproximar (ojo que no digo medir) el clima de opinión y analizar datos sobre comportamientos, tendencias y expectativas de las personas.
  3. Una plataforma que permita transparentar los partidos, las instituciones y las actuaciones de políticos y funcionarios a través del llamado “Open Data”.  Esto significa instituciones, funcionarios y partidos abiertos al escrutinio público a través de datos públicos en formatos descargables, compartibles y completamente abiertos

En este artículo titulado "Repensando la comunicación y las formas de hacer politica" reflexiono sobre lo que he visto y oído en esta campaña y sobre cómo se podría-- con un poco de voluntad política-- cambiar el rumbo para acabar con la desafección de la gente con la política.

Quiero ser optimista y pensar que lo mejor aún está por llegar.

 

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