JULES LADOUMÈGUE, LAS PIERNAS MÁS FAMOSAS DE FRANCIA
En los años treinta del siglo pasado las piernas más famosas de Francia eran las de la Mistinguett, las de Marlene Dietrich y las de ‘Julot’. Estas últimas no pertenecían a una atractiva artista como las dos primeras mencionadas, si no que eran las del atleta Jules Ladoumègue, todo un ídolo casi a su pesar, ya que se trataba de un hombre de lo más tímido y a quien las grandes multitudes no le gustaban especialmente.
Su carácter reservado y hasta frágil no debe de extrañar teniendo en cuenta sus orígenes. Apenas unos días antes de su nacimiento fallecía su padre, víctima de un accidente laboral en el puerto de Burdeos. Y poco más de dos semanas después de venir al mundo, perdía a su madre en un incendio en la vivienda que ocupaban.
Acogido por sus tíos, el pequeño Jules crecía… ¡especialmente sus piernas! Su figura, de tronco corto y largas extremidades, le daba una apariencia algo extraña que, en sus propias palabras, le hacía correr con el estilo de un canguro: más a saltos que a base de las armoniosas zancadas propias de un atleta. Pero, aun con esa peculiar forma de moverse, el joven Ladoumègue pronto empezaba a lograr victorias en carreras de su zona. Y aunque algún triunfo fuese tan rocambolesco como el que conseguía cuando su perro, al ver a su amo perseguido, mordía el tobillo del competidor que trataba de arrebatarle la primera posición en una carrera popular, estaba claro que el chico tenía potencial...[leer el artículo completo]