El caso del “changarín mentiroso” y los medios
Luis Alejandro Rizzi
"Lo hice por una necesidad". Con esa frase, José Sánchez, el changarín entrerriano justificó una mentira que montó el fin de semana y que lo llevó a ser noticia en medios nacionales y extranjeros: la devolución de un bolso con 500 mil dólares que un empresario se había olvidado al bajarse de una costosa camioneta roja.
Este caso puso en evidencia una vez más la levedad con la que los medios, nacionales y extranjeros, informan a la gente y la patológica necesidad de las “primicias informativas”.
Pero esto no es lo más grave, lo preocupante es como lo decía Zygmunt Bauman, la desprotección de la “esfera pública” invadida ya no solo por las acciones privadas de las personas, sino la sorprendente facilidad para acceder al campo de la notoriedad o como dice la RAE de la nombradía y la fama.
La esfera pública se convierte en un grotesco escenario donde se confiesan, exhiben y debaten no solo las preocupaciones privadas, sino los intereses personales, importando poco o nada su legitimidad.
Me cuesta creer que los medios, pero en especial los importantes que son los que al fin de cuentas alimentan al resto, no tengan medios para filtrar lo que no son más que “fake news”, especialmente como en este caso que, la narración resultaba incoherente, pero se la divulgó durante varias horas.
En el ejercicio de la profesión me ha pasado mas de una vez perder “primicias” por la imposibilidad de su ratificación. Me pasó con el PLAN AUSTRAL que pude haber difundido antes que “Ámbito financiero” lo hiciera al día siguiente en su primera página. Creo que fue un miércoles cuando a las cinco de la tarde una persona de mi confianza me contó con pelos y señalas los detalles principales del PLAN Austral.
Nuestro programa de radio empezaba a las 19 y en esas dos horas, aun no había telefonía celular, consultando a otras fuentes en ninguna tuve siquiera una mínima confirmación de su existencia.
Recién a eso de las once de la noche, un periodista que tenía alguna vinculación con Julio Ramos o Roberto Garcia, me confirmó la veracidad de la información que había recibido, pero ya era tarde.
En el caso del “changarín mentiroso” hasta en cierto modo se editorializó sobre su “EJEMPLO”, con lo que se puso de manifiesto la mínima profesionalidad que impera en los medios nacionales y extranjeros.
El resumen “blue” de Maria Isabel Sanchez, en el programa de Marcelo Longobardi, tiene el mérito de satirizar con buen gusto y prudencia sobre esta “publizisacion” de lo privado y de lo íntimo y nos muestra como el estúpido y la estupidez se convierte en glamorosa noticia.
La moraleja de esta historia tiene que ver con la “información” y la “opinión” construida a partir de las “FAKE NEWS”.
"Todo fue inventado por mí y hoy vengo a dar la cara", dijo este miércoles Sánchez, en la misma radio de frecuencia modulada de Nogoyá donde, el sábado, había contado la historia que luego tuvo trascendencia nacional.”
Por si quedara alguna duda también su palinodia se convirtió en noticia y este “changarín” con muy poco logró ingresar a ese mundo del “jet set” y tener su momento de fama.
La modernidad liquida en todo su esplendor.
Hoy día la fama es neutra como lo dice Discepolo, cualquiera puede ser famoso:
“Hoy resulta que es lo mismo
“Ser derecho que traidor
“Ignorante, sabio, chorro
“Generoso o estafador
“¡Todo es igual!
“¡Nada es mejor!
“Lo mismo un burro
“Que un gran profesor
“No hay aplazaos ni escalafón
“Los ignorantes nos han igualao
“Si uno vive en la impostura
“Y otro roba en su ambición
“Da lo mismo que sea cura
“Colchonero, Rey de Bastos
“Caradura o polizón…
La pregunta que nos queda flotando es cuanta de la información que se divulga tiene contenidos verdaderos.