La adherencia a la terapia en México: Un problema sistémico con soluciones multifacéticas

La adherencia a la terapia en México: Un problema sistémico con soluciones multifacéticas

En el panorama actual de la salud en México, la accesibilidad a los medicamentos se posiciona como un tema central en la agenda pública. Sin embargo, la conversación se limita con frecuencia a la disponibilidad y el costo de los fármacos, ignorando un eslabón fundamental en la cadena: la adherencia a la terapia.

Más allá de la simple adquisición de medicamentos, la adherencia a la terapia, definida como el seguimiento fiel a las recomendaciones médicas, se convierte en el pilar fundamental para la eficacia de cualquier tratamiento. Esta acción, que involucra la toma correcta de medicamentos, la realización de cambios en el estilo de vida y la asistencia a las citas médicas, no solo impacta en la salud individual, sino que también repercute en el sistema de salud en su conjunto.

Lastimosamente, las estadísticas en México revelan una realidad preocupante ya que menos del 50% de los pacientes con enfermedades crónicas siguen adecuadamente sus tratamientos. Esta cifra, alarmante por sí misma, se traduce en un panorama sombrío:

  • Enfermedades cardiovasculares: Principal causa de muerte en el país, con un alto porcentaje atribuible a la baja adherencia a los tratamientos.
  • Diabetes mellitus: Afecta a millones de mexicanos, y su control se ve comprometido por la falta de adherencia a la terapia, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves.
  • VIH/SIDA: La adherencia al tratamiento antirretroviral es crucial para controlar el virus y prevenir la transmisión. Sin embargo, las tasas de adherencia en México aún están lejos de ser óptimas.

Las causas de la baja adherencia a la terapia son tan variadas como complejas, y abarcan factores de índole individual, social y sistémico:

Factores individuales:

  • Olvido de las tomas o dificultad para seguir el régimen de tratamiento.
  • Falta de comprensión sobre la importancia de la adherencia.
  • Percepción de efectos secundarios o baja tolerancia a los medicamentos.
  • Dificultades para acceder a los medicamentos por razones económicas o de logística.

Factores sociales:

  • Falta de apoyo familiar o social.
  • Estigmatización o discriminación relacionada con la enfermedad.
  • Dificultades para conciliar el tratamiento con la vida laboral o personal.

Factores sistémicos:

  • Deficiencias en la comunicación entre médico y paciente.
  • Falta de información clara y accesible sobre la enfermedad y el tratamiento.
  • Sistemas de salud fragmentados o con barreras de acceso.
  • Carencia de programas de apoyo y seguimiento al paciente.
  • Desabasto de medicamentos a nivel nacional 

Abordar la baja adherencia a la terapia exige un compromiso multifacético que trascienda la responsabilidad individual del paciente. Se requieren acciones conjuntas desde distintos frentes.

  1. Rol del paciente: Asumir un rol activo en su propio cuidado, comprendiendo la importancia de la adherencia y participando activamente en la toma de decisiones.

Comunicarse abiertamente con el equipo médico sobre dudas, dificultades o efectos secundarios del tratamiento.

Buscar apoyo en familiares, amigos o grupos de apoyo para fortalecer el compromiso con la terapia.

  1. Rol del profesional de la salud: Mejorar la comunicación con el paciente, brindando información clara, personalizada y accesible sobre la enfermedad y el tratamiento.

Fomentar la confianza y la empatía en la relación médico-paciente, creando un espacio de diálogo abierto y receptivo.

Implementar estrategias individualizadas para mejorar la adherencia, considerando las necesidades y circunstancias de cada paciente.

  1. Rol del sistema de salud:

Fortalecer la educación y el apoyo al paciente, brindando herramientas y recursos para facilitar la adherencia a la terapia.

Diseñar programas de intervención específicos para diferentes enfermedades y poblaciones, considerando las características socioculturales del país.

La adherencia a la terapia no es un asunto individual, sino un problema sistémico que exige un abordaje integral y multifacético. Solo a través del compromiso y la acción conjunta de pacientes, profesionales de la salud, autoridades y sociedad en general, podremos fortalecer este eslabón perdido en la cadena del acceso a medicamentos y construir un sistema de salud más eficiente, equitativo y sostenible.

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Recuerda que este artículo es sólo para fines informativos y no sustituye la consulta médica profesional.

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