La agresividad de las decisiones

Cuando hablamos de tener empresas eficientes hablamos de cambiar la manera de tomar decisiones. Las decisiones que tomamos dicen mucho de quienes somos, y en el caso de las empresas, la cultura que subyace. Una empresa con mucha autocracia donde las decisiones se toman en la "cúspide" de la gran pirámide tiene una cultura muy diferente a una empresa que dispone de equipos autogestionados con total autonomía (incluso salarial). Ahora bien, debemos evitar el pensar que una cultura está por encima de otra, muchas grandes empresas se han levantando con autocracia, aunque el mundo está pidiendo nuevo tipos de empresas...

Autogestión o... ¿muerte?

Estaba trabajando para una empresa que quería implementar sistemas de autogestión. Íbamos desarrollando experimentos con diferentes equipos, por ejemplo, cuando arrancaba un equipo dejábamos que las personas decidieran si querían participar. En vez de funcionar con una autogestión total, íbamos dejando que ciertas decisiones se pudieran tomar entre pares o trios de personas.

Un día, tuvimso una discrepancia con un compañero que tenía que colaborar con dos equipos. Me tocaba decidir qué hacíamos, si se volcaba con uno de los dos o cómo sería la colaboración. Les dije a ambos equipos y al compañero que lo hablaran y se pusieran de acuerdo, que era una decisión de trabajo y que queríamos que aprendieran a decidir. El tema es que, un responsable decidió meterse en esa reunión y acabamos varios managers para resolver el dilema, lo que provocó que el máximo responsable tomara la decisión de una manera "agresiva". Acabó imponiendo su criterio al de los demás, lo que fue percibido como muy negativo por los asistentes. El discurso de la autogestión solo se sostiene si dejamos decidir, pero si a la mínima decisión acabamos imponiendo nuestro criterio, las personas perciben "humo".

Límites de la Autogestión

Tenemos que entender que, entre un equipo autogestionado 100%, que decide hasta su salario, y un equipo autocrácitico donde el jefe/a decide hasta cuándo se respira, existen muchos grises. Un primer paso es que las personas participen de las decisiones, que sientan que su opinión se tiene en cuenta aunque no siempre se haga lo que ellos dicen. Ese paso, al principio, puede ralentizar las decisiones pero aumenta el compromiso de las personas al sentirse escuchadas.

El líder agresivo que impone su criterio continuamente trasparente mucha debilidad, poca confianza en las personas y acaba por enfadar a los equipos. La autogestión puede ser un buen reclamo pero solo funciona si somos consecuentes y estratégicos. Dejar decidir a los equipos hasta que la decisión no te gusta y decides imponer otra, es la manera más torde de cargarte un plan a largo plazo que garantice que los equipos se comprometan. ¡Nadie quiere que les impongan!

Por eso, para evitar ese vaivén de decisiones, es clave conversar sobre qué decisiones puede tomar el equipo y cuáles no. Y en aquellos espacios que cedamos al equipo, evitar imponernos, la incoherencia no se perdona.

Acompañamiento y constancia

La autogestión tiene grandes beneficios, sirve para repatir las decisiones entre más persona, lo que conlleva mayor unidad organizativa. Pero requiere de mucha constancia y disciplina. Estamos delegando decisione de managers en equipos y necesitan que les acompañemos a tomar esas decisiones. Es clave que tengan la misma información que tenemos o sino, difícil que entiendan lo que está pasando.

Conseguir que una empresa evolucione lleva tiempo pero puede servirnos para mejorar nuestra cultura.

Y tú, ¿eres agresivo en tus decisiones?