La CAPACITACION: una inversión acertada
Aprender es una necesidad inherente a todo ser humano y una de las actividades de mayor impacto en nuestro bienestar. Independientemente de la modalidad, el lugar o el fin que enmarca cualquier situación de aprendizaje, como por ejemplo las capacitaciones de empresa, este siempre se relaciona con crecimiento y con realización personal. Sin embargo, para muchos empresarios la palabra “capacitación” es solo un sinónimo de “gasto”, demostrando con esta actitud una preocupante ignorancia sobre los beneficios reales de esta práctica, no solo para los empleados, sino para la esencia misma de la organización. Esta posición lleva a algunas empresas a rechazar todo tipo de capacitación como una “pérdida de tiempo y dinero”, o bien a realizar cualquier tipo de capacitación tan solo para cumplir con los requisitos de programas de certificación, por ejemplo RSE, pero sin planificar la tarea de forma que esta sea realmente provechosa. Observamos, además, que a la vez que se rechaza la práctica de la capacitación del personal, se reclama fuertemente la falta de personal capacitado, la pobreza de la población local en conocimientos básicos relativos a la industria de la Hospitalidad -nuestra mayor fuente de empleo - específicamente en manejo del inglés y procedimientos de servicio al cliente. La contradicción salta a la vista.
La realidad es que todo programa de capacitación que se diseñe acorde a las necesidades reales, con objetivos claramente definidos y con los debidos estándares de calidad, es una inversión de múltiples beneficios. En la encuesta internacional realizada en el 2009 por Kelly Services se estableció que “por todo el mundo, los empleados de todas las edades y diferentes nacionalidades tienden a preferir puestos más significativos y en organizaciones con políticas sociales, éticas y ambientales bien definidas…consideran que la capacitación es fundamental para mantenerse competitivos en el mercado laboral, por lo que para retener empleados, los directores deberán implementar programas de capacitación más eficientes.” Indudablemente, las empresas que invierten en capacitación de personal observan una mejora importante en los niveles de motivación y del compromiso entre sus empleados, en la integración del equipo de trabajo y finalmente, en los niveles de productividad. Otro comentario que resuena en nuestra región, es que la capacitación brindada a un empleado se va con él, beneficiando al próximo empleador sin que la empresa que pagó por el entrenamiento obtenga ninguna retribución. Este tipo de análisis es, en todo sentido, limitante y una de las razones por las cuales el nivel profesional de nuestra provincia muestra un progreso tan lento. Considerando que Guanacaste es la ubicación número uno dentro de la industria del Turismo en Costa Rica, debe ser nuestra prioridad generar una base de personal local calificado de la cual nos beneficiaremos todos. Necesitamos que todas las empresas contribuyan a la formación de la población local con diversos programas, generando una cultura de aprendizaje y proponiéndonos como objetivo principal elevar el nivel profesional de nuestra población.
“Si usted opina que la capacitación es cara, es porque es difícil calcular lo que le cuesta la ignorancia. Las compañías que cuentan con la eficiencia y lealtad de los empleados invierten mucho en programas de formación permanentes y sistemas de promoción.” (Michael Leboeuf, en “El gran principio del management.”).
Monica Riascos, GEPSA, Gestion Personal S.A.