La creatividad nos hace crecer
“La creatividad es la inteligencia divirtiéndose” - Albert Einstein
Hoy he recordado que cuando era niña todo parecía posible, el tiempo se congelaba y nunca dejaba de imaginar.
A menudo oigo decir a la gente: ¡no soy nada creativo! Como si fuera patrimonio de ciertas personas tocadas por una barita mágica, un don innato fruto de la genética.
La palabra creatividad tiene su origen en el verbo crear, cuya raíz etimológica se encuentra en el latín, “creare”. Crear significa engendrar, producir, dar vida. Comparte origen con “crescer”, crecer, cuyo significado es incrementar, aumentar de tamaño o de intensidad. Se podría decir entonces que, al crear, algo crece, se expande.
Todo lo que tenemos en estos momentos se lo debemos a la creatividad. La creatividad nos ayuda a vivir y también a sobrevivir.
Solemos asociarla con al arte. Es cierto que el arte, es un gran liberador de la creatividad, aunque esta nos puede venir a visitar en cualquier momento y lugar. Se puede ser creativo cocinado, buscando soluciones efectivas e inspiradoras en momentos de crisis, dando lugar a nuevos negocios. La creatividad no es propiedad de artistas. Cualquiera puede tener una nueva idea, realizar nuevas conexiones o hacer las cosas de forma diferente.
El miedo bloquea nuestra creatividad. Miedo a no ser suficientemente buenos, originales, miedo al juicio ajeno.
Somos capaces de crear, cuando volvemos a ser como niños, viviendo el momento presente, deshaciendo las ataduras de nuestros pensamientos y expresándonos libremente.
El ser humano tiene la capacidad de aprender. Por ello la creatividad puede entrenarse. Podemos ser cada vez más creativos. No es algo reservado para poetas o genios locos. Tampoco se trata de tener grandes ideas trasformadoras, aunque siempre son bienvenidas. A veces en la sencillez podemos encontrar el camino.
Nuestra mente está programada, se mueve según ciertos hábitos. Una de las formas de potenciar la creatividad es la re educación mental. Lo que muchos dicen, desaprender para volver a aprender.
“Ser creativo significa combinar nuestros conocimientos con la imaginación” Vicent Ryan Ruggiero, El Arte de Pensar
Para romper con estos patrones mentales y de esta manera dejar espacio a la creatividad, podemos seguir las siguientes pautas:
- Hacer algo de forma diferente: empezando con actividades cotidianas Desayunar a la hora de la cena, escoger un camino diferente para ir al trabajo, elaborar un plato que nos guste de forma diferente...
- Anotar las nuevas ideas: podemos llevar con nosotros un diario para apuntar cualquier idea por muy loca que parezca.
- No hacer nada: a veces es necesario dejar espacio a las ideas. Aunque parezca contradictorio, en este caso el aburrimiento es un buen compañero de viaje.
- Dedicar tiempo a lo que nos gusta: es importante que focalicemos nuestra creatividad en algo que realmente nos mueva, nos apasione.
- Aprender: el aprendizaje es esencial para crear. Leer o apuntarse a nuevos cursos – talleres puede ser de gran ayuda.
- Auto observar: ver en qué momentos aparecen estas ideas, para saber cuál es el mejor escenario para nuestro propio proceso creativo.
- Dejar el juicio aparcado: no juzgar y evitar la presión es clave para abrirse al proceso creativo
La idea es convertir la creatividad en un hábito que nos permita no solo crecer, sino también creer en nosotros.
A la velocidad que va el mundo, la creatividad es clave para el presente y el futuro.
Coordinadora Cultural especialización música clásica Centre Cívic Trías i Peitx. y Coordinadora Cultural en Centre Cívic Cotxeres Borrell
4 añosMolt bon article Noe!! Quina gran veritat, la creativitat ens fa lliures, especials, diferents.
Docente para la formación profesional en el área del bienestar personal
4 añosUn artículo muy interesante, con ideas simples para llevarlas a la práctica, eso de desayunar a la hora de cenar... Lo intentare.
Especialista en Técnicas de Relajación y Control de Estrés
4 añosCreer es crear... qué maravilla Noe.Felicidades!