LA CRIPTO-CRIPTA
Últimamente tenemos mucho ajetreo en la cripta de las criptomonedas. El último en entrar ha sido uno de los reyes soberanos: FTX. Quedan aún muchos nichos por ocupar, pero dada la reciente alta mortalidad estamos valorando convertirlo en un columbario.
Algunos, llamémosles negacionistas, dicen no preocuparse. Comparan estos cadáveres con los que cotizan en los mercados bursátiles: "Es la volatilidad propia del mercado", "El mercado se autoregula". Pero, siendo respetuosos, digamos que eso está muy lejos de la realidad. Y no siéndolo, afirmaremos que esa comparación es un puro engaño.
Hay muchas, pero dos son las diferencias críticas frente a una acción cotizada:
Con quien sí podemos comparar las criptomonedas son con las monedas. Al igual que ellas se tratan de activos cuyo valor se basa en una convención. Es el acuerdo de las distintas personas y entidades que operan en el mercado las que le otorgan valor. Pero esta comparación no supone una equivalencia, pues nuevamente nos encontramos que en el caso de las monedas existen órganos reguladores, los Estados y sus Bancos Centrales, que además de dotarles de sostenibilidad y credibilidad, mitigan y en la mayoría de los casos evitan las caídas abruptas y más aún la desaparición de las mismas.
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Por ello la volatilidad, riesgo y mortandad de las criptomonedas está años luz de la que sufren los valores bursátiles o las monedas. Existe un gran ecosistema cripto que relativiza estos riesgos. En el calor de las comisiones ingresadas por las operaciones en criptoactivos (realizadas en muchas ocasiones por minoristas protegidos en cualquier inversión regulada, como son los menores de edad o las personas con gran desinformación) malinforman al mercado haciendo comparaciones engañosas como las arriba descritas, e incluso lanzan mensajes populacheros como: "Amancio somos todos" o "Bitcoin is better at being gold than gold".
El blockchain, la tecnología sobre la que se construyen las criptomonedas, es una tecnología de enorme recorrido por su capacidad de descentralizar y fortalecer las certificaciones de cualquier transación o activo. Pero su aplicación a las criptomonedas levanta el alma depredadora de los agentes financieros (nuevos y pre-existentes) que ven en ellas la posibilidad de campar libremente en la recolección de comisiones por gestión... Ya saben aquello de que "dinero llama a dinero".
No digo con todo ello que se prohíba la inversión en estas monedas, pero sí alerto de su altísimo riesgo. Hoy por hoy su valor descansa únicamente en la convención del grupo de personas que invierte en ellas y por tanto les otorga dicho valor. Pero ya sabemos lo frágil que resultan en muchas ocasiones los consensos, volatilidad pura.
Por todo ello, desde la cripto-cripta, estamos esperando una avalancha de cadáveres. Les deseamos, y prevenimos, que no sean difuntos cercanos. Pero en todo caso que no sea por que no les alertamos.
Diseño estructural
2 añosy los que quedan por caer…
Socia de Auditoría de MOORE . Presidenta del Servicio de Mediación de Auditores del ICJCE
2 añosExcelente artículo Joaquin . Un abrazo