LA CRISIS DE LAS CRISIS

Luis Alejandro Rizzi

Decía Ortega que “...Lo que va a ser la verdadera y definitiva solución de una crisis profunda es lo que más se elude y a lo que mayor resistencia se opone Se comienza por ensayar todos los demás procedimientos y con predilección los más opuestos a aquella solución…”

Este párrafo integra el Prólogo a una de las Ediciones de “España Invertebrada”, y fue escrito en junio de 1934.

Podría haber sido escrito hoy y quizás también mañana para explicar esta crisis de fracasos que vivimos los argentinos.

Hasta estos días, más bien creía que la Argentina era un proceso de decadencia y fracaso, solo eso.

No veía vocación para ponernos en “crisis” entendiendo este supuesto como la del momento de hacer examen y juicio muy cuidadoso de los que nos viene pasando que, más o menos es la última acepción de la palabra que nos da la RAE en su diccionario.

Obviamente esto es un grave problema cultural, diría parafraseando a Carlos Floria que esa es “la cuestión argentina”.

Este proceso de fracasos nos genera algo así como el “síndrome de Estocolmo” nos hemos habituado tanto al “fracaso” que finalmente nos atrapó y diría nos enamoró.

Es lo único que sabemos hacer “fracasar” y lo hacemos muy bien.

Siguiendo a Ortega, pienso que esto nos ocurre porque nuestra forma como sociedad fue desarrollada por el “pueblo” que solo puede ejercer funciones elementales, no puede hacer ciencia ni arte superior y mucho menos organizar el estado.

Creo necesario aclarar que el “pueblo somos todos nosotros, sin exclusión”. Somos un pueblo sin mediadores, nos faltaron “los mejores” como elite.

Nuestros “mejores” siempre fueron los “peores”.

Al empleo público no llegan “los idóneos”, llegan los “militantes” o quienes tiene vocación de obsecuencia.

Es probable que Jorge Asis dijera solo llegan “los bartoleros”, que son los que pegan con moco y arreglan con viejos alambres en desuso, allí se agota nuestro “saber” que en verdad es un “no saber”.

En el mejor de los casos somos una sociedad de “Bricoleur” en español diríamos “chapuceros”

Es posible que la llegada de Sergio Massa, un verdadero “Bricoleur” como “super ministro 86”, no es más que eso, haya puesto de manifiesto nuestra verdadera naturaleza de sociedad vulgar. Tiene como decía Groucho Marx, unas ideas para el FMI, otras para el gobierno norteamericano y los europeos, otra para Cristina y ninguna para alberto que se termina de diluir en “Gran hermano…” ni para él que, gira como calesita de barrio, en el mismo lugar y sin llegar a ninguna parte, su sortija son los diferentes dólares…

En el barrio dirían "espejitos de colores..."

Discúlpenme, pero sigo con Ortega “Si ahora tornamos los ojos a la realidad “argentina” (el dice española), fácilmente descubriremos en ella un atroz paisaje saturado de indocilidad y sobremanera exento de ejemplaridad”.

Nuestra tarea, los que pretendemos construir otro rumbo para nuestra sociedad, es extremadamente compleja, debemos comenzar a formar a los “MEJORES”, desde esta sima fangosa y mal oliente del fracaso permanente. No será fácil, menos incruento...

El fracaso nos genera varias crisis, mala educación, indigencia, pobreza, escasez de oportunidades, vicios sociales y hasta una entendible violencia.

Pues bien, los argentinos estamos en la “crisis de las crisis”

Hasta ahora nadie lo entiende, salvo contadas excepciones.