La crisis se supera, con una banca Retail, tecnología y la eliminación del efectivo
Las entidades financieras deberán apostar por modelos de negocio que sitúen al cliente, y no al producto, en el centro de la organización.

La crisis se supera, con una banca Retail, tecnología y la eliminación del efectivo

El panorama en el que estamos derivado de la pandemia, nos sitúa en los anaqueles de una recesión económica o incluso en el concepto de crisis financiera, tal como las vividas en el 2008 o por ejemplo en plena apertura económica colombiana en 1999, las cuales dejaron como principal enseñanza la importancia del sector financiero para la recuperación de la economía en cuanto según (Diamond & Dybvig, 1986) cumplen con funciones esenciales para el desarrollo y crecimiento de la economía, por un lado facilita la asignación de recursos, al dirigir los ahorros hacia los inversionistas, además selecciona los proyectos más productivos para financiarlos, reduce la probabilidad de no pago y facilita el manejo del riesgo de las transacciones entre los agentes económicos; es por ello que según la carta magna, esta actividad cumple con la característica de interés publico, en la medida en que se concreta en las disposiciones gubernamentales que desarrollen condiciones de igualdad, transparencia y que no pongan en peligro, ni lesionen el interés de los depositantes e inversores.  

Es el momento para que las entidades financieras evolucionen, que reinventen su negocio hacia una banca RETAIL, en donde se incorpora a tantos actores del mercado como se pueda, una verdadera banca para la gente; la cual se ajusta a las proyecciones del sector financiero a futuro, en la medida en que las entidades financieras según deberán apostar por modelos de negocio que sitúen al cliente, y no al producto, en el centro de la organización,  Es necesario crear mecanismos que apunten a los sectores que no están bancarizados, en la adecuación de servicios que supla sus necesidades, la transformación de la banca en Colombia, la cual debe estar supeditada por lograr que las transacciones electrónicas, sean tan rápidas y eficientes como el efectivo, por medio de pago sin contacto, con códigos QR e incluso con identificación facial o biométrica; para así atraer y consolidar un país donde sus recursos se muevan por medio de ficciones legales entre depósitos bancarios y no predominante por efectivo. 

Lo anterior, se hace posible gracias a la tecnología pues al éxito potencial en el futuro de los pagos basados en dispositivos, se logra solo si las instituciones financieras van convirtiéndose más en minoristas, es decir, buscan cubrir nichos de mercado que cubra sectores antes desatendidos por la banca, haciendo que su requerimiento de capacidad transaccional vaya en considerable aumento y tengan que asegurar que sigan siendo competitivos reduciendo sus costos por transacción. 

La legislación financiera colombiana en los últimos años, específicamente con la ley 45 de 1990 hizo una transición de una banca especializada, donde cada actor tenia un segmento de los múltiples servicios financieros, a una banca múltiple, basada en el modelo germánico, donde un solo actor integraba los distintos servicios; en su momento un hito del sistema bancario Colombiano, que denota la importancia de la regulación de un sector que, a pesar de ser privado, tiene el peso de sostener la economía, este modelo ayuda a la integración de servicios y a alcanzar los nichos a donde la banca no llegaba anteriormente.   

 En este sentido, para superar la crisis, es necesaria la circulación de dinero de manera eficiente, buscar la poca utilización de efectivo con el fin dinamizar la economía mediante las operaciones activas y pasivas bancarias, que en ultimas son las que propenden por el desarrollo económico del país; para lograrlo, cobra real importancia la incursión de la tecnología, que por medio de plataformas simples como T-paga o Nequi llevan la banca a cubrir desde el project finance de las 4G hasta el pago del mercado en un tienda barrio; el dinero siempre circulando y no esta quieto en los bolsillos de los particulares.  

 Es un reto grande, pues los costos y la reducción de la rentabilidad efectiva de las inversiones en activos financieros, generan una mayor preferencia por el efectivo; pero si buscamos eliminar estas brechas e incentivar las transacciones electrónicas, veríamos dinero que no sale de los bancos y contribuirían a ser mas eficiente su labor en el crecimiento del país, por otro lado, la trazabilidad de las transacciones, ayudarían a un sistematizado recaudo del fisco que reduciría la evasión. Para lograr esto, la tarea se basa en distintos actores, uno gubernamental con la flexibilización de entrada de empresas financieras basadas en plataformas tecnológicas, apuntando al pensamiento de Francois Quesnay y su popular frase “Laissez-faire. Laissez-faire, laissez-passer” teniendo en cuenta que la tecnología digital por sí misma no es suficiente para aumentar la inclusión financiera, pues para asegurar que las personas se beneficien de los servicios financieros digitales, es necesario contar con un sistema de pagos bien desarrollado, una buena infraestructura física, regulaciones adecuadas y sólidas medidas de protección al consumidor.  

Para lograr todo lo anterior, es necesario la creación y aceptación de nuevos agentes económicos, que se integren al mercado desde una perspectiva de Relegated Bank donde las Fintech permitan la adecuación e infraestructura necesaria para facilitar sistemas de pagos que permitan la idoneidad, accesibilidad y alcance a toda la población y así lograr un progreso económico derivado de una cadena que empieza con la captación casi total de recursos (que por mas transacciones que se generen siempre van a estar dentro del sistema financiero), la inversión de los mismos y la aceleración de diferentes factores tributarios y contables que aumentaran la productividad del país. 

El Gobierno Nacional, a través de la Unidad de Regulación Financiera (URF) ha venido complementando un marco normativo más propicio para la transformación y digitalización financiera, pues la creación del crowdfunding con el decreto 1357 de 2018 y la autorización a los establecimientos de crédito a invertir en emprendimientos Fintech con el decreto 2443 de 2018, muestra que se han subido peldaños importante; pero sin duda la regulación del Sandbox representa el avance mas importante en materia de progreso de los últimos años, en la medida a que es trasversal a todos los servicios financieros sobre los cuales hay oportunidades infinitas para trasformar no solo la experiencia de los usuarios, sino ayudar en temas de fondo y de pleno interés nacional como combatir la crisis.  

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