La Cultura de la Excelencia Operacional en la Senda de la Innovación

Los productos competitivos y exitosos en el mercado se han generado gracias a la innovación. Hoy las empresas están obligadas a ser innovadoras para sobrevivir, en parte al impulso generado por el permanente cambio tecnológico, la internacionalización de la economía y la desmasificación de los mercados, están generando una tendencia hacia productos y procesos con ciclos de vida cada vez más cortos. Los productos y procesos tienen un ciclo de vida con 4 etapas generales: introducción, crecimiento, madurez y declive. Los cambios tecnológicos afectan la curva de desarrollo estandarizando la innovación, en este momento hay que repensar el producto y/o proceso para enfrentar una nueva innovación. De lo contrario, se sufre el peligro de quedar obsoleto en el mercado.

Muchas veces se ha pensado que la innovación está inexcusablemente asociada un laboratorio. Sin embargo, el mejor laboratorio es observar muy atentamente la organizaciones y el ambiente que ellas viven, identificando los espacios para la innovación.

Se trata de saber transformar el conocimiento organizacional, en información útil para la empresa (capital intelectual), a través de la gestión del conocimiento. Más allá de solo gestionar estos conocimientos, es necesario transformarlos en rentabilidad (avances técnicos que generen nuevos productos / servicios / procesos, y mercados), mediante la sistematización de la gestión de la innovación. Es importante destinar a la innovación y su gestión recursos humanos y financieros específicos

 Las empresas que ponen en el centro de su estrategia a la innovación, Deben estar dispuestas a estimular e incentivar la participación de toda la organización en la cadena de valor de la innovación: Generar Ideas (lo que puede ocurrir dentro de una unidad, a través de unidades de una empresa, o fuera de la empresa.); Conversión de las Ideas (seleccionar ideas para la financiación y desarrollo en productos / procesos o prácticas); y Difusión (generando una expansión de la innovación hacia toda la organización).

 En definitiva una adecuada gestión de la innovación, hacen que las personas primero se comprometan con los resultados de la organización y por otro lado puedan desarrollar habilidades, tales como liderazgo, capacidad de trabajar en equipo y empowerment, que serán fuente de nuevas y mayores innovaciones.

 El cambio en la innovación de productos y procesos y en la estructura organizativa produce patrones que se observan en todas las industrias y sectores. Durante el período de formación de una tecnología, de nuevos productos, los procesos utilizados para su producción son generalmente ineficientes, basados en una mezcla de mano de obra especializada y general, maquinaria y herramientas. Pero las innovaciones de productos y las innovaciones de procesos son interdependientes, cuando la tasa de innovación de producto disminuye, al mismo tiempo es común observar crecientes innovaciones de proceso. (J. M. Utterback 1996)

 Para llevar a las organizaciones por la senda de la innovaciones radicales, es importante un aspecto que tiene relación con las fallas y/errores. En nuestra cultura no es bien visto cometer errores, en las culturas innovativas los errores son muy valiosos, ya que esto permite tener la capacidad de analizar cada vez mejor las problemáticas existentes. Si esta capacidad no está desarrollada es posible que por muchos esfuerzos que existan, los resultados de convertir la cultura de una empresa a innovativa fallen.

 El primer paso para alcanzar las culturas innovativas es sin duda tener metodologías de trabajo sencilla que permitan a todas las personas poder presentar sus ideas e ir desarrollando mejoras, también es necesario tener un equipo de dirección de los proyectos de manera de tener mejores resultados.

 Estas metodologías buscan desarrollar las competencias para detectar las causas que generan las problemáticas que hoy existen en las distintas compañías de una forma tal que se empiezan a desarrollar las sinergias necesarias para generar ambientes de innovación.  

 Con esto se refuerza que lo más importante de la empresa son sus personas, dotadas de conocimiento, creatividad e iniciativa. Se habla cada vez más de las empresas basadas en el conocimiento.