La educación, la formación y la capacitación en las empresas PYME y microPYME.
La diferencia principal entre los tres conceptos reside en su enfoque, duración y aplicación en el entorno laboral. A continuación, se desglosan las características de cada uno:
Educación
La educación es entendida como un proceso de aprendizaje teórico que se enfoca en desarrollar el sentido del juicio y el razonamiento, proporcionando conocimientos necesarios para la vida en sociedad y para la inmersión futura en un desempeño profesional. Es común que se produzca en instituciones formales como escuelas o universidades y tiene una duración larga, pudiendo extenderse por varios años. Por ejemplo, una persona asiste a la universidad para obtener un título en Administración de Empresas, adquiriendo una base teórica amplia que luego podrá aplicar en distintos campos profesionales.
Los dueños de microempresas podrían invertir en la educación formal de sus trabajadores para mejorar su comprensión de la industria y la empresa, lo que puede llevar a la innovación y al aumento de la competitividad en el mercado.
Formación
La formación se presenta como una práctica profesional y capacitadora que ocurre dentro de un entorno empresarial o profesional y se enfoca en la adquisición de habilidades específicas para desempeñar una función en el tiempo presente. Puede consistir en entrenamientos o cursos que están diseñados para mejorar habilidades dentro de una profesión específica. Por ejemplo, una empresa de tecnología ofrece un curso de formación en un software nuevo para que sus empleados puedan utilizarlo eficazmente en su trabajo diario.
La empresa podría ofrecer a sus empleados oportunidades de formación en habilidades blandas como liderazgo, comunicación y trabajo en equipo, que son cruciales para la gestión diaria y el éxito a largo plazo.
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Capacitación
Es el proceso dirigido a entregar conocimiento específico para la ejecución de una tarea laboral, donde se hace hincapié en el "saber hacer" a través de programas de entrenamiento o simulaciones. La capacitación es típicamente más corta que la formación y está orientada a una necesidad inmediata dentro del trabajo. Un ejemplo sería un restaurante que capacita a sus meseros en técnicas de servicio al cliente para mejorar la experiencia de los comensales.
En las empresas, estos conceptos son clave para el desarrollo de los empleados y para asegurar la competitividad y productividad de la organización:
Cada uno se aplica según las necesidades estratégicas de la empresa y el desarrollo profesional del empleado. Los líderes de aprendizaje en las organizaciones (CLOs, por sus siglas en inglés) deben identificar cuál de estos es más pertinente aplicar según los objetivos y el contexto de la empresa.
Aplicación práctica en microempresas: Los planes de capacitación deben ser específicos para las necesidades de la empresa y ser revisados periódicamente para asegurarse de que se alineen con los objetivos estratégicos del negocio. Algunas estrategias incluyen entrenamientos internos, aprendizaje online y el desarrollo de habilidades de gestión y relación con los clientes.
Aplicación en el Día a Día de una Microempresa
Implementar efectivamente estos conceptos ayuda a mantener la ventaja competitiva, inspirar el aprendizaje, mejorar el desempeño de los empleados y, por ende, aumentar la eficiencia y competitividad de la microempresa.