La Educación y la Política

En sentido estricto política es un vocablo que en su origen griego, se refería a todo aquello que corresponde a la polis (la ciudad-estado), a su organización, a su funcionamiento, en donde los ciudadanos tomaban decisiones, para encausar el devenir de dicha polis. Por su parte, el vocablo educación que hoy conocemos, proviene del griego paideia que significaba la actividad que se llevaba a cabo, para formar a los niños en los valores, principios y criterios de la sociedad o de la ciudad, en la que vivían.

Si bien el concepto de educación, hoy por hoy, está más enfocado en definir la formación que se lleva a cabo para desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas, de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen, de todas maneras dicha definición, no dista mucho de ese sentido original que el mismo tenía en la Grecia antigua.

Independientemente del nivel educativo y en concordancia con lo expuesto sobre el sentido original de los vocablos educación y política, se puede decir casi sin temor a equivocarse, que todo acto educativo, lo es también político, en tanto que la educación no es otra cosa que un proceso de transmisión, ojalá crítico, de los aspectos y elementos que cultural y científicamente, una sociedad, un pueblo, una nación, una disciplina, un campo del saber, han construido y viven en la cotidianidad. Así las cosas, la educación es eminentemente política, puesto que efectivamente, la misma es un servicio público, ajustado a un proyecto de nación, a un proyecto de sociedad y de ciencia, y a una realidad concreta.

Ahora bien, una cosa definitivamente es la política en sí misma y otra bien diferente la política partidista, que es aquella que se pone al servicio de una particular perspectiva, punto de vista o manera de organizar o de pensar, los distintos elementos de la sociedad, desde una perspectiva económica, religiosa, social, o cultural, generalmente al servicio o con arreglo a un proyecto de sociedad, que suele ser más bien excluyente o unidireccional. Es en este sentido último de la política –la partidista- que definitivamente la educación no puede involucrarse o tomar como referente.

Lo sucedido con el profesor de una reconocida universidad que exige a una estudiante que retire un sticker, o una imagen, o una frase –que es expresión de su punto de vista sobre la realidad que vive el país-, evidentemente es un acto educativo o una decisión educativa, que parece ser, va en la perspectiva eso que he denominado la política partidista, antes que un acto formativo, de verdadera y auténtica política. Un educador interesado y conocedor del sentido auténtico del concepto de política y de educación, hubiese podido emplear esa situación o esa posición de la estudiante, para generar un diálogo amplio sobre la realidad o los asuntos de esta polis que es Colombia, sobre las causas de esta realidad, sobre quiénes ganan y quiénes pierden con todo lo que está sucediendo con este paro nacional, sobre porqué en este momento se está viviendo este “caos” o este “orden” de cosas, sobre porqué la sociedad está tan cansada de las decisiones y acciones de los dirigentes de la polis, que parecen tomar decisiones en beneficio de unos pocos y en contra de la mayoría, entre otras muchas preguntas y cuestiones, que bien se podrían haber suscitado, para un evidente y significativo diálogo educativo.

Sin embargo, sin conocer en detalle la perspectiva partidista del profesor, parece ser que él optó por, en nombre de la academia y del supuesto respecto a su cátedra, tomar una posición poco tolerante, irrespetuosa, doctrinaria, acrítica y más bien impositiva, frente a su estudiante, para exigir que retirase la frase, que tanto le molestó a él, antes que preguntarle porqué la había puesto allí, qué sentido tenía, en qué podía ayudar en el proceso académico que se llevaba en su clase. 

Evidentemente que de esa manera de proceder del profesor en cuestión, no podemos culpar a la Universidad misma, puesto que ello suele ocurrir en el ámbito académico, y repito, más allá del nivel educativo que se examine. Una cosa son los ideales, criterios y principios definidos en el PEI de la entidad educativa, y otros los ideales, criterios y principios que un educador, en su libre arbitrio, tiene y ha asumido, y que generalmente, en un acto más bien irresponsable y poco ético, decide volcar sobre sus estudiantes. Lo que definitivamente no es admisible es que en virtud de un principio constitucional como es la libertad de cátedra, se lo use en el ámbito de la educación, para adoctrinar en cualquier tipo de política partidista. No porque ello en sí mismo sea un delito, sino porque no corresponde a la educación, en una sociedad plural, respetuosa y democrática, asumir posiciones descalificadoras, totalitarias, impositivas, atropelladoras de las posiciones y formas de pensar de los estudiantes. Corresponde al educador, ayudar a que sus estudiantes, pasen por la criba de la razón y de los argumentos, sus propios criterios y pensamientos, para que posterior a ello, salgan fortalecidos o debilitados, pero claramente, mejor asimilados.

Lo sucedido en esa cátedra con ese profesor, en un programa de derecho, que en teoría está enfocado en formar profesionales en el respeto a la Constitución y la Ley, pero sobre todo, para que las hagan cumplir y las defiendan, es una evidencia más de lo polarizada que se halla la sociedad colombiana y de cómo, rápidamente se puede confundir lo educativo y formativo, con el adoctrinamiento. Aplaudo la decisión de la Universidad, de desmarcarse del punto de vista del profesor y de sentar un criterio de cero tolerancia a este tipo de conductas, que no le hacen bien a ninguna institución educativa, puesto que lo mínimo que se espera de una institución de educación superior, es que evidentemente propenda por el respeto a la pluralidad, la tolerancia y la convivencia pacífica, en la diversidad.

Victor Montoya

Docente en Enseña por Colombia

3 años

Buenas tardes don Guillermo. Cómo puedo hacer para contactarme con usted?

hola Jose Guillermo. espero que te hayas recuperado bien.y que te encuentres en excelente estado de salud. un saludo

Sergio Néstor Osorio Garcia

Profesor en la Facultad de Educación y Humanidades y coordinador del doctorado en Bioética de la UMNG; Líder del grupo de investigación Bioethics Group categoría A ante Minciencias; Investigador Asociado ante Minciencias

3 años

Memo, buen día Me regala una llamadita?

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