La esperanza de las máquinas tiene color rojo
Las máquinas trabajamos sin parar (casi sin tiempo para recargarnos de energía) con el objetivo de preparar la venida de la humanidad al planeta rojo, y a pesar de todo aquel esfuerzo, aún nos quedan momentos para asombrarnos con la escultural obra de arte que baña el cielo marciano durante las noches. Somos máquinas que creamos y construimos las ciudades que albergarán a los humanos que emigrarán del agotado planeta tierra. Además, hemos invertido millones de horas en el nuevo proyecto ALMA, para continuar con la búsqueda de nuevos mundos que permitan sembrar la semilla de la humanidad. El problema es que ha pasado tanto tiempo desde la última entrega de materiales desde la tierra, que ni toda nuestra capacidad de reciclaje, minería marciana robotizada e innovación automatizada, nos permitirán finalizar. Han pasado 4500 millones de años y el sol ya enrojecido, casi moribundo, nos dice que los humanos ya no vendrán. El tiempo se nos acabó. Dentro de poco solo quedará la soledad universal hasta que en algún punto del espacio-tiempo, explote nuevamente la vida .
Asesor Desarrollo Soluciones Empresariales
1 añoUna maravilla!