La Estrategia Invisible: Desarrollando una Mentalidad de Crecimiento en el Liderazgo

Te hago una pregunta... En un mundo donde los cambios son constantes y los desafíos parecen no querer darnos tregua, ¿qué diferencia a los líderes que crecen y prosperan de aquellos que se quedan atrás?

Quizás la respuesta te sorprenda. No son los recursos ni las circunstancias: es su mentalidad. La verdadera estrategia para liderar con éxito no siempre es visible, pero está ahí, en la forma en que pensamos, aprendemos y respondemos a lo que nos rodea.

El poder de una mentalidad de crecimiento

Cuando hablamos de liderazgo con demasiada frecuento nos hemos enfocado en herramientas, estrategias o indicadores. Y ciertamente es necesario conocerlas y usarlas pero no son suficientes por si solas.

En mi opinión, la base de un liderazgo efectivo y duradero está en algo menos tangible pero increíblemente poderoso: la mentalidad de crecimiento.

Carol Dweck, en su libro "Mindset," define esta mentalidad como la creencia de que nuestras habilidades pueden desarrollarse a través del esfuerzo, el aprendizaje y la resiliencia. Un enfoque totalmente acertado para los tiempos que nos ha tocado abordar.

Los líderes con una mentalidad fija tienden a evitar los riesgos y el cambio, y suelen ver los fracasos como límites a sus capacidades. En cambio, aquellos con una mentalidad de crecimiento los perciben como oportunidades para aprender y superarse.

Tú...¿de cual de las dos mentalidades eres?...

¿Cómo se manifiesta esta mentalidad en los líderes?

Para que podamos identificar si verdaderamente estamos desarrollando una mentalidad de crecimiento, podemos analizar si desarrollamos uno a uno los siguientes comportamientos:

1. Aprender del fracaso: los líderes con mentalidad de crecimiento no temen equivocarse. Ven los errores como un recurso valioso para afinar sus habilidades y mejorar su toma de decisiones. Como dijo Thomas Edison: "No he fallado. He encontrado 10,000 formas que no funcionan."-

Te recomiendo que cuando te veas ante un error te hagas estas preguntas:

• ¿Qué necesitaba aprender y no me había dado cuenta hasta ahora?
• ¿Qué he aprendido?
• ¿De qué me encuentro más cerca ahora?
• ¿Cómo aplicaré a mi vida y/o a mi empresa o equipo este nuevo aprendizaje?

2. Adaptarse a nuevas realidades: que el cambio es inevitable lo sabemos. Los líderes con mentalidad de crecimiento no solo se adaptan sino que buscan activamente formas de aprovechar lo nuevo.

En lugar de aferrarse a lo que siempre ha funcionado, están dispuestos a reinventarse y explorar caminos desconocidos. A pesar de sus "miedos", dan un paso adelante con coraje y valentía porque saben que es el único camino.

3. Fomentar el desarrollo de otros: una mentalidad de crecimiento no solo impacta al líder, sino a también a todo su equipo. Estos líderes se esfuerzan por cultivar entornos donde las personas se sientan seguras para experimentar, proponer ideas y aprender de los errores.

Generan espacios de dialogo, de seguridad psicológica, de creatividad e innovación y trabajan para que sus colaboradores desarrollen autonomía responsable.

4. Persistir en la adversidad: la resiliencia es una característica clave de esta mentalidad. Frente a los desafíos, los líderes con mentalidad de crecimiento se enfocan en encontrar soluciones, aprendiendo de cada obstáculo. No se trata solo de super adversidades, sino de hacerlo con aprendizajes y crecimiento personal y profesional consciente.

Y la pregunta... ¿Como podemos cultivar esta estrategia invisible en nuestro liderazgo?

No se trata de empezar a lo grande... mejor pasitos pequeños repetidos... como cuando éramos niños y aprendimos a andar. Algunas ideas que funcionan:

• Cambia tu lenguaje interno: sustituye frases como “No puedo hacerlo” por “No puedo hacerlo aún”. Este pequeño ajuste refuerza la idea de que el desarrollo es posible.
• Busca activamente feedback: la retroalimentación honesta, aunque incómoda, es uno de los caminos más rápidos hacia el crecimiento. Rodéate de personas que no teman señalar áreas de mejora.
• Celebra el proceso, no solo el resultado: reconocer el esfuerzo, la dedicación y el aprendizaje fomenta un entorno más positivo y orientado al crecimiento. Buscamos resultados obviamente pero queremos fomentar la orientación al logro.
• Rodéate de desafíos: sal de tu zona de confort. Toma decisiones que te reten y te obliguen a aprender algo nuevo en el proceso. No temas equivocarte porque ¿sabes que?... solo no se equivoca el que nunca hace nada diferente, y eso en si mismo, es ya un gran error.

En resumen...

La mentalidad de crecimiento es una estrategia invisible porque no siempre se ve en acción, pero sus efectos son profundos y duraderos. Es el motor que impulsa a los líderes a adaptarse, aprender y guiar con propósito en un entorno de constante cambio.

La mentalidad de crecimiento, más que una herramienta, es un hábito de pensamiento que transforma no solo al líder, sino también a quienes lo rodean y eso es parte de tu responsabilidad como líder: generar transformación para impulsar personas y resultados.

¿Estás list@ para activar tu estrategia invisible?...

Comienza hoy mismo reflexionando sobre cómo enfrentas los desafíos y los cambios. Hazte esta pregunta... ¿estoy limitado por mis creencias actuales o dispuesto a transformarlas?

Te invito a que des el primer paso hacia un liderazgo más consciente y adaptativo. ¿Qué harás hoy específicamente para cultivar tu mentalidad de crecimiento?