La figura docente de 'creador de contenidos digitales'

Aprender o consolidar habilidades en el uso de nuevas tecnologías, son los retos a los que la docencia ha de hacer frente de forma inmediata, a la vista de las penurias por las que han pasado (continúan pasando) muchos docentes y estudiantes. Y los planes que hay para el futuro inmediato hacen esta necesidad más apremiante.

El artículo "Hacia la enseñanza cooperativa ¿dos maestros mejor que uno?" me ha hecho reflexionar sobre los conceptos enseñanza cooperativa y docencia compartida. Mi planteamiento va un poco más allá.

La experiencia actual nos ha mostrado que ni todos los centros ni todos los profesores están preparados para impartir las clases en formato online, a distancia, e-learning, blended learning,... Muchos profesores no tienen tiempo ni ganas de aprender el uso de herramientas para la creación de contenidos, seguimiento de los avances de los alumnos, evaluación del desempeño, etc. Ya tienen bastante carga de trabajo con la programación de los contenidos, impartición de las clases, trabajo burocrático, evaluaciones, tutorías y un largo etcétera. Pero no hay duda de que el futuro del proceso de enseñanza-aprendizaje pasa por un mayor uso de esos recursos, así que hay que buscar una salida que satisfaga a todas las partes.

Desde mi punto de vista, la solución pasaría por contar con un colaborador cuyo perfil dé respuestas a sus necesidades. Alguien que adapte los contenidos ‘analógicos’ para convertirlos en recursos online, interactivos y atractivos, sin perder su componente pedagógico, y que además estén integrados en un LMS que permita la corrección y evaluación de los ejercicios. Se ganaría en eficacia a la hora de gestionar las clases, liberando a los profesores de algunas tareas, lo que les permitiría enfocarse más en la programación e impartición de las clases.

Este perfil de ‘creador de contenidos’ puede ser alguien que, sin tener experiencia o formación específica en el ámbito de la docencia, tenga buenas habilidades en el uso de herramientas tecnológicas. Su función sería la creación de recursos educativos que se adapten a los contenidos que el profesor requiera, ajustados a sus necesidades siguiendo sus directrices, para la impartición de sus clases, tanto presencial como online. A pesar de lo que alguien pudiera pensar, esta función no la puede llevar a cabo el responsable de informática del centro (si es que lo hay); su perfil, destrezas y cometidos son de otra índole.

Por ejemplo, alguien de mis características haría buen papel en los tiempos que se avecinan. Suplo mi falta de experiencia con muchas ganas de seguir aprendiendo y de ayudar a otros a que aprovechen las oportunidades de aprendizaje que el mundo digital pone a su disposición.