La Formación ¿a las puertas de la Revolución?

En mi opinión la formación, tanto en empresas como en escuelas y universidades, a pasado a ser un commodity para poder ejercer tal o cual profesión, aspirar a determinado puesto de trabajo o ser considerado apto para una posición. El problema es que esta formación no asegura que hayas adquirido el aprendizaje necesario para poder desenvolverte eficaz y eficientemente en el nuevo puesto. La importancia está en saber apreciar la diferencia entre Formación y Aprendizaje. 

Damos muchas veces por hecho que por haber realizado un curso u obtener un título esa persona ya es válida para realizar determinado trabajo y no le damos el apoyo necesario para aprender.

Según el diccionario de la Real Academia Española aprendizaje es: “Adquisición del conocimiento de algo por medio del estudio, el ejercicio y/o la experiencia,…”. Cómo vemos la definición incluye una parte teórica, el QUÉ y una parte práctica, el CÓMO y el POR QUÉ.

Los cursos de formación o las clases no garantizan el aprendizaje si no van acompañadas de ejercicios y de experienciar en el punto de trabajo. A menudo, profesores, formadores, facilitadores, empresas y mundo laboral, se olvidan qué el aprendizaje no se adquiere en cuestión de 2 o 3 horas. El aprendizaje es un proceso continuo de práctica constante, y escuelas, universidades y empresas deberían implicarse en que así sea. Feedback, acompañamiento, cambio, reinventar,… son palabras que deben acompañar este proceso.

Para que esto suceda debemos romper los paradigmas actuales, rebelarnos ante esta situación y remover los cimientos. Con este ánimo he participado en la CoCreación del libro Learning Rebellion in Times of Stillness, un libro que invita a todos los que nos dedicamos a la formación, desde distintos ámbitos, a hacer las cosas de forma diferente con la finalidad de conseguir un mundo mejor.