La frigidez de las marcas

¿Cuántas marcas espontáneas quedan? ¡La pregunta del millón! Vivimos en un mundo convulsionado, donde los mensajes son cada vez más plásticos y los responsables de redactarlos muy antipáticos.

La espontaneidad, como base de la comunicación, se está perdiendo y la automatización le está ganando terreno a la creatividad. Una verdadera lástima para los que somos eternos enamorados de “dejar volar la imaginación”.  

En este lado del charco, puntualmente en España, se está acabando el verano y los post de rebajas están en el punto más alto. Álbumes con fotografías y porcentajes gigantes en rojo, se roban el show, donde el que más repite y menos piensa, parece ser el ganador. 

Las marcas se están convirtiendo en una vitrina que sólo enumera y anuncia, pero que no genera conversación. ¿Acaso temen hablar, conocer su comunidad y entablar una relación? 

Por lo menos yo, ¡no me considero una usuaria fácil! Me gusta que me conquisten y me coqueteen, que se tomen el trabajo de indagar por mis gustos e intereses, porque yo, tú, él y todos pensamos y tenemos rutinas diferentes.

Hace poco, Paola Hincapié, Directora de Contenidos de Agencia El Grifo, se refirió a la curaduría emocional de audiencias como “la base para proponer contenidos que cautiven, pero que sobre todo extiendan un discurso que haga clic y genere identificación en la audiencia”.

Quisiera ver a los gestores de comunidades atentos a los pequeños detalles: reacciones, pensamientos y temores de sus usuarios...

¡El público es mucho más que un “Me gusta”! Y las marcas pretenden conversar con personas que no conocen. 

No te equivoques, huye del facilismo y crea mecanismos para tener insights distintos:

• Analiza tus seguidores: coge una muestra (las personas que compartieron contenido durante los últimos tres meses); visita uno a uno sus perfiles (hasta donde la configuración de privacidad te deje) y mira qué siguen, qué les gusta, de qué hablan, de dónde son, qué foto de perfil tienen, qué los mueve... Así te podrás hacer una idea de la audiencia que tienes.
• Haz un índice de acción para medir el grado de involucramiento con los comentarios: sitúa, en un plano cartesiano, las publicaciones de alta exhibición y baja acción Vs. las de alta exhibición y alta acción. Luego, haz lo mismo con las de baja exhibición y baja acción Vs. alta acción y baja exhibición. ¡Analiza los resultados y después hablamos!
• Fíjate en los “Me enfada” y “Me entristece” de Facebook.
• Mira qué guardan las bibliotecas de “Me gusta” en Twitter.

 ¡Que a tu marca no le pase! Hay tantas formas de hacer análisis, como redes sociales...