La fuerza de la comunidad TI

La fuerza de la comunidad TI

Desde que tengo uso de razón me inculcaron esa famosa frase “donde fueres haz lo que vieres”, aunque parece un poco ambigua, para mí esto es el fruto del conocimiento y dedicación, sumado a la constante perfección de un objetivo y costumbres bien marcadas.

En estos años de pandemia en donde el trabajo en remoto ha sido el “modus operandi” de las empresas, el trabajo en silos se ha acentuado teniendo un gran déficit tanto en la productividad como en la comunicación. ¿Los líderes estaban preparados para direccionar esta nueva realidad? ¿tenemos la comunidad y/o colaboradores suficientemente motivados? ¿Realmente hemos avanzado en lo profesional?

Una comunidad de TI requiere la participación voluntaria, consciente y responsable de los individuos en la resolución de sus propios problemas. Los resultados que se obtienen de una comunidad son realmente inalcanzables con trabajo en silos o individualmente, generalmente lo principal es tener un objetivo o tendencia de trabajo clara y determinada, y los logros vienen siendo muy diversos e interesantes, tanto que muchas veces hacen cambiar incluso el mismo objetivo, lo que no cambia nunca es el tema a tratar.

Esto se consigue gracias a la riqueza de los aportes de cada uno de los integrantes de esta comunidad, un equipo que esté compuesto por profesionales con perfiles distintos que aporten una visión propia. Pero en donde un punto crucial es tener un líder que haga mover el interés y la colaboración, la actitud de esta parte fundamental tiene que ser contagiosa y sincera para poder “hacer que las cosas pasen”.

La fuerza del líder no tiene que ser autoritaria ya que es muy importante que los equipos sientan que tienen cierta autonomía a la hora de tomar decisiones sobre su aportación al objetivo, al tener libertad para actuar, su implicación y compromiso hacia la organización será de mejor calidad y por lo tanto más motivadora para el individuo.

Además de observarse a sí mismos, no menos importante es también mirar el trabajo de sus compañeros con el fin de producir una retroalimentación rápidamente. Y, es que, ser una persona introvertida no está reñida con querer intercambiar opiniones, participar en debates y, sobre todo, contar con una red de personas a las que poder considerar amistades y compañeros

El trabajo en islas hace que no pueda suceder la finalidad de la comunidad por lo que el conocimiento tiene que ser colectivo. Esto hace que los logros de la comunidad no se consigan de inmediato ya que la confianza de los compañeros y el líder no es una adquisición trivial y repentina, de aquí la gran importancia de un líder motivador (capaz de generar diversas motivaciones y ser el que transmita el compromiso).

Entre los valores y los logros que tiene el poder de la comunidad, destaco que, aparte de conseguir los objetivos y pretensiones de lo propuesto, es el inmenso valor personal el que hace potenciar la motivación y explotar todas las habilidades que poseemos. También destaco el compañerismo que se crea para poder ayudar a resolver los problemas que surgen en el día a día de los colaboradores y la sinergia creada que multiplica las capacidades individuales.

Nunca me dejaré de asombrar en las capacidades infinitas que tiene la fuerza de una comunidad con objetivos definidos y líderes que permitan que los participantes desarrollen sus mejores habilidades y fortalezas.

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