La función de las cámaras de videovigilancia va más allá de la propia seguridad.

Actualmente, la demanda para la instalación de sistemas de seguridad integrales se ha multiplicado, tanto en los domicilios como en los negocios que se encuentran a pie de calle y cuya vulnerabilidad es mayor. Contar con cámaras de videovigilancia puede ayudar a identificar a autores de posibles robos y servir como prueba en procesos judiciales. Además, de esta manera, también se potencia la seguridad de los empleados que se encuentran desempeñando su labor.

Sin embargo, los grandes avances que se han producido en el área de la videovigilancia han provocado que este tipo de sistemas no solamente sean utilizados para potenciar la finalidad, sino que los minoristas han encontrado en los mismos una vía para aumentar su eficiencia y competitividad.

Los comercios minoristas a pie de calle se enfrentan actualmente al auge de los comercios online. El uso de la web como intermediaria, permite a estas empresas web la posibilidad de conocer mejor a sus clientes, ya que resulta sencillo investigar el rastro que van dejando por la web y estos datos pueden usarse para mostrar productos que puedan interesar en mayor medida.

Los propietarios de tiendas físicas han encontrado en la unión de la videovigilancia y la inteligencia artificial la herramienta necesaria para hacer frente a esta ventaja competitiva. La integración de estos sistemas ha permitido la apertura hacia nuevos métodos de investigación y mercadeo.

La nueva tecnología de la videovigilancia permite ya identificar el perfil sociodemográfico de los clientes, es decir, se puede determinar fácilmente la edad o el género, así como llegar a determinar el estado de ánimo de los visitantes. También, mediante el reconocimiento facial se puede crear una base de datos con información sobre los clientes, de manera que los empleados puedan personalizar su atención.

Otra de las importantes funciones de las cámaras de videovigilancia es la prestar apoyo a las estrategias de merchandising a través de la identificación y creación de mapas que muestren las zonas de mayor circulación, los puntos muertos o las zonas donde se forman aglomeraciones. De esta manera, se podrá modificar la disposición de los productos en función del rendimiento de los mismos, así como buscar las mejores zonas de promoción.

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Ester Ávila.