LA GERENCIA EN LA SOCIEDAD FUTURA, EL AGOTAMIENTO DEL MODELO EPISTÉMICO GERENCIAL Y LA CRISIS DE LOS MODELOS ORGANIZACIONALES EN ESTE CONTEXTO.

Los avances tecnológicos, la capacitación y desarrollo del talento humano, los enfoques gerenciales, la competitividad, la obtención de ingresos y rendimiento son problemas que ofrecen una serie de retos en la sociedad actual a las organizaciones.

Esa nueva visión donde el conocimiento, el aprendizaje y el manejo de la información se han convertido en piedras angulares de la administración y la gerencia, aunado a los cambios bruscos surgidos del desarrollo tecnológico, que conllevan a buscar maneras de crear e innovar para adaptarse y destacarse en un complejo mundo organizacional.

Dicho mundo organizacional que ha mutado de forma rápida e incluso obligatoria a los fines de adaptarse a la ocurrencia social y mundial que afectó el modo de percibir y de hacer las cosas, es decir, nos llevó a replantearnos una nueva visión de la organización, donde modelos y enfoques tradicionales caducan frente a una nueva y no esperada por las mayorías, crisis sanitaria. COVID 19

La pandemia, contrajo desavenencias y desgracia en todo el mundo, no hubo alguien que no fuese impactado por esto, de forma directa o indirecta, no hubo alguien que no se sintiese perdido o lleno de incertidumbre, sin embargo, el lapso fue tanto que nos llevó como especie a replantearnos en todo sentido, podríamos decir que hay un antes y un después de este hecho. Ahora bien, el impacto de esto en las empresas hizo que se acelerara movimientos digitales, incluso, ya hoy llamados posdigitales en el marco de la necesidad y la oportunidad que se halló para dar cara a esta crisis, es decir, el ambiente fue idóneo para propiciar el surgimiento de mejoras e innovaciones en bienes y servicios a través, por ejemplo, de desarrollos de plataformas en línea que se acercaran y dieran con lo que el consumidor esperaba sin saber que lo hacía.

Es aquí donde, por ejemplo, en Venezuela surge y prolifera los servicios de compra en línea y entregas a domicilios o delivery, plataformas y redes sociales usadas para la formación, para el encuentro artístico, eventos en línea; solo por nombrar algunos de lo mucho que surgió producto de la mencionada crisis sanitaria.

Volviendo y haciendo ahora más que antes que lo digital dejará de ser un apartado ocasional, para convertirse en parte fundamental de cualquier persona natural y/o jurídica, donde lo digital incluso paso de ser revolucionario para ser normal. Sí, justo lo normal que es hoy día la hiperconectividad de las personas y de las cosas.

Trabajo líquido o FreeLancer. Puestos que ahora son más comunes que antes, puestos que inclusos van en ascenso; por una parte se podría inferir que por el hecho de que este trabajador no genere obligaciones laborales en cuanto a bonificaciones, utilidades, vacaciones y otras, resulta conveniente para el patrimonio de la empresa, sin embargo, este tipo de trabajo cubre una necesidad determinada, pero esta persona que hace dicho trabajo parece menos que involucrado con la empresa, es decir, términos como lealtades, pertenencias o identidad con la organización son casi nulos.

En este sentido señala Bauman (2000) la modernidad liquida define el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiados sólidos en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos. Lo que antes eran nexos potentes, ahora se han convertido en lazos provisionales y frágiles.

Así mismo, expresa, “Hay una enorme cantidad de gente que quiere el cambio, que tiene ideas de cómo hacer el mundo mejor, no solo para ellos, sino también para los demás, pero en la sociedad contemporánea, en la que somos más libres que nunca antes, a la vez, también somos más impotentes que en ningún otro momento de la historia. Todos sentimos la desagradable experiencia de ser incapaces de cambiar nada, somos un conjunto de individuos con buenas intenciones, pero entre las buenas intenciones y la realidad hay mucha distancia. Todos sufrimos ahora más que en cualquier otro momento la falta absoluta de agentes, de instituciones colectivas capaces de actuar efectivamente.

En presencia de las actuales condiciones, o lo que hemos llamado nueva NORMALIDAD, se evidencia la importancia de la conectividad tecnológica, misma que ha sido calificada como una peligrosa adicción, pero que le ha permitido al mundo seguir funcionando a pesar de estar inmovilizado y es aquí, en donde las organizaciones se sirven de estas herramientas en línea para mantenerse en el mercado. Pero, por otra parte, el empleo del personal freelancer y el teletrabajo trae como consecuencia la desconexión con la organización y su cultura, debilitando ineludiblemente, la fortaleza corporativa y cooperativa del capital humano, que no es otra que ese intercambio e interacción humanizada entre las organizaciones y sus consumidores o clientes finales.

En la actualidad y posterior a la crisis pandémica, se pudo observar un incremento de los nuevos emprendimientos y reactivaciones de actividades económicas y empresas que se deprimieron y luego se diversificaron, y hasta expandieron su idea de negocio a raíz del COVID 19, esto permitió darle una nueva mirada a la forma de hacer negocios, de vender, de establecer políticas en la organización tanto públicas como privadas, en esa misma búsqueda frente a una amenaza, también se incrementa la competitividad individual y colectiva y por supuesto las ideas de ser y hacerse más productivo cada día y de esta forma ser un actor activo en la economía.

La participación activa en el ámbito social, económico y cultural, está estrechamente relacionada a la participación formativa y a esa búsqueda de conocer, sea de manera académica, autodidacta y empírica, esta permitirá ser y estar alineado a la demanda propia de la era, que es la información, la comunicación, la manera asertiva y efectiva en que trasmitimos al otro requerimiento, ideas, expresiones, y todo aquello que sume a la construcción del objetivo a desarrollar.

En este sentido, surge el espíritu emprendedor que vive en las mayorías de las personas, ese estimulo que nos lleva a accionar cambios para estar en lo que se considere sea mejor, dichos cambios estén orientados a las mejoras e innovaciones de lo que ya existe. Esto puede darse perfectamente desde su campo de acción como trabajador dependiente de un ente público o privado, o desde el trabajador independiente que genera X actividad económica.

Es importante, aclarar este punto de emprendimiento, sobre todo en este momento donde en Venezuela el termino ha tomado auge así como las ideas y la explotación de estas, que conllevan el ser emprendedor, porque considero que todos con recursos más o menos e incluso independientemente de los mismos ¨somos emprendedores en potencia¨ y por tanto esa búsqueda del conocimiento empresarial u organizacional así como sus implicaciones deben estar presente, desde la aplicación de los principios básicos administrativos, la realización de planes de negocios con el desarrollo de todas sus aristas, la administración eficiente de todos los recursos financieros, materiales, tecnológicos y por supuesto el capital y talento más importante que es el humano, el que hace posible toda la actuación, comportamiento, desarrollo y desenlace de acciones concretas a la consecución de lo establecido como meta u objetivo.

Nuestra dinámica social, los cambios abruptos de la tecnología, la fluctuación económica, y el cambio climático, son factores a considerar como personas parte de este mundo y parte de cualquier sistema dentro de la sociedad donde nos encontremos, no podemos apartar las actividades de toda forma de organización, del ambiente, ese ambiente en que se desenvuelve, el que afecta y se ve afectado por nuestras acciones, y en este punto, considero uno de los mayores retos actuales de la gerencia, y es desarrollar de manera genuina la conciencia por el ambiente, no como como algo que solo esta y existe, sino como ese todo capaz de degradarse o dignificarse, que puede incluso dejar de ser o cambiar sus condiciones como se ha visto y derivar en sucesos de gran impactos para todos… Dicho esto, es de destacar la relevancia de las organizaciones responsables socialmente y de los  consumidores consiente, términos que ha tomado espacios en los últimos años, porque no se trata solo de tener a través de los bienes y servicios la calidad esperada, precio, uso y otros.., sino de las buenas prácticas y nivel de compromiso de las marcas con su medio ambiente, con su comunidad, y de cómo está institucionalidad incide de manera positiva o negativa en el comportamiento de los consumidores, clientes y/o usuarios, afectando o beneficiando a dicha marca.

Autor: Daniela Brancaccio
       CEO Wehares Imagen C.A.