La gran disrupción de la IA

Desde que llegó Chat GPT, un modelo de inteligencia artificial (IA) generativa entrenado para dialogar en lenguaje natural, que entiende preguntas y ofrece respuestas coherentes, como un ser humano, hemos abrazado la idea de que la IA va a cambiar nuestro mundo.

Con la IA las máquinas pueden aprender, razonar y tomar decisiones. La capacidad de disrupción es de tal envergadura, que hay cierto consenso en señalar una cuarta revolución industrial, al unirse a otras tecnologías, como la robótica, la nanotecnología, el internet de las cosas, etc. Además, la rápida adopción observada, la más acelerada de la historia, impulsa exponencialmente los cambios, abriendo nuevas oportunidades y desafíos.

Es previsible la pérdida de muchos trabajos ante la automatización de tareas rutinarias y su uso en multitud de puestos de conocimiento técnico. Como ejemplos, el chat ha aprobado exámenes para obtener la licencia de abogado o médico en Estados Unidos, puede conversar en muchos idiomas y tiene un elevado conocimiento de multitud de materias.

Pero habrá nuevas ocupaciones, y las empresas buscarán las habilidades más humanas, como el pensamiento crítico, la creatividad, la curiosidad, o la capacidad de adaptación a los cambios. Los trabajos relacionados con personas serán más relevantes.

Las empresas tendrán que adoptar la IA para mejorar su productividad y márgenes, tomar decisiones más informadas, reducir los errores y prevenir riesgos, mejorar la experiencia de sus clientes o impulsar la innovación.

La IA también facilita la disrupción de muchos modelos de negocio, como los asistentes virtuales, la automatización de fábricas, los vehículos autónomos, la atención médica virtual, la traducción automática, la formación y entrenamiento virtual, gestores automatizados de inversiones, la agricultura de precisión, seguridad y vigilancia automática, la detección de fraudes, publicidad dirigida, etc. 

¿Y los desafíos éticos? ¿Cuáles son sus límites y sesgos? ¿Quién va a controlarla? Son retos que la humanidad tendrá que abordar de manera responsable, pero adaptándose a un futuro que ya es presente.

Lao Tse, filósofo chino, decía que “un viaje de mil millas comienza con un solo paso”. Debemos continuar nuestro camino hacia un futuro en transformación.

Artículo publicado en diario Sur, el 19 junio 2023