La historia, detrás de la historia...

Cuando leí el libro de Steve Jobs, uno de los temas que más me impactaron fue el momento en que describen cómo construyeron el edificio de Pixar. Uno de los pedidos de Jobs era que los baños queden de tal manera dispuestos que obliguen a la gente a levantarse, cruzarse, intercambiar opiniones, porque esa es una de las mejores maneras de generar algo nuevo. Desde ese momento me tomo como tarea moverme. Cuando trabajaba en relación de dependencia disfrutaba de ir a tomar un café con colegas y preguntar en qué estaban y cómo podíamos potenciarnos. Como consultor independiente, me obligo a salir, encontrarme con gente, tomar café, almorzar. 

La historia de esta nota tiene mucho de esto y son los motivos que hacen que mi trabajo sea placentero. 

En el mes de marzo, me cruce en unos de los pasillos de Baufest con Celina Wallingre, CFO de la empresa, y una profesional increíble. Me contó que la habían llamado para sonar la campana en la Bolsa de Comercio por el día de la mujer. Intercambiando opiniones, me comentó que son muy pocas las mujeres en posiciones de finanzas y el dato me llamó la atención. Me comentó de un relevamiento que hizo la consultora de Eduardo Suárez Battán, me puso en contacto con él, quien me compartió ese estudio. 

Dos datos me sorprendieron: según la CNV, en el 66% de las empresas que cotizan en la Bolsa no hay mujeres en el directorio; y entre las “funciones” que pueden predominar y desarrollarse mejor las mujeres ejecutivas, Administración y Finanzas, ocupa la sexta posición, con el 30%.

A partir de eso, solo fue cuestión de unir puntas, historias que tenía en la cabeza, contactos que podían aportar. Gabriela Samela, con su paciencia y escucha de siempre, leyó estos datos y se interesó para desarrollar el tema. El producto final es esta nota publicada el 29 de julio en el suplemento Económico del diario Clarín, en donde entrevista a cinco CFOs que cuentan sus experiencias y visibiliza un problema de diversidad de género.

Pero lo más lindo de todo, es el entusiasmo que pusieron todos los que participaron, la colaboración brindada, sin conocernos. Porque todos apuntamos a lo mismo: a que haya más diversidad y poder vivir en un mundo en donde al menos, nos guste más.